El Museo Universidad de Navarra acaba de inaugurar la exposición “Bleda y Rosa. Geografía del tiempo” que, pese a no considerarse una muestra antológica de su trabajo, reúne las que son sus principales series, elaboradas a lo largo de los últimos veinticinco años, desde Campos de fútbol (1992) hasta Prontuario (2017), su serie más actual, u Origen, un trabajo vivo que sigue en proceso y que en los próximos días llevará a Bleda y Rosa hasta Etiopía en busca de una nueva imagen que incorporar a la serie. La realización de esta exposición, así como del libro que la acompaña, ha sido posible gracias a la colaboración de tres instituciones: el centro de arte Bombas Gens, en Valencia, el Museo Universidad de Navarra, donde permanecerá abierta hasta el 30 de septiembre, y el CGAC de Santiago de Compostela, a donde viajará posteriormente. El origen, sin embargo, debemos buscarlo en la primera, que abrió sus puertas el pasado mes de junio para albergar la Colección Per Amor a l’Art, colección personal de la familia Soler Lloret, en la que el trabajo de Bleda y Rosa tiene una presencia muy importante. De hecho, esta de Bleda y Rosa fue precisamente una de las muestras inaugurales del centro, para la que se produjo específicamente la serie Ultramar, con la que se completaba y cerraba Campos de Batalla, permitiendo ver juntas, por primera vez, las tres series. A su vez, este es el corpus principal en torno al cual se articula la exposición que podemos ver ahora en Navarra, en cuyo espacio resulta, curiosamente, una muestra un tanto diferente por la relación que uno establece con las imágenes, aquí quizás más íntima, más personal y más consciente que lo que podía resultar en la amplitud de Bombas Gens.
Campos de batalla (1994-2017) es un proyecto en el que los autores desarticulan la historia como narrativa impuesta y ofrecen la posibilidad de generar otras miradas sobre los acontecimientos y sobre el territorio. No hay en ellas nostalgia y el presente juega, sin duda, un papel importante. Tratan de desmonumentalizar las versiones “oficiales” y plantear que al concepto historia se le pueden atribuir, como a la geografía, fallas o brechas, aplicadas a la forma en la que aquella suele ser presentada. De ahí también el título de la exposición, “Geografía del tiempo”, en alusión a dos ideas muy presentes en toda su obra, la de la geografía como paisaje y su relación con el paso del tiempo. La serie está formada por 63 piezas, de las que 21 corresponden a España (1994-1996), 21 a Europa (2010-2012) y 21 a Ultramar (2007-2017), y en ella recorren lugares en los que se han producido enfrentamientos en el pasado, que han dado paso, en su mayoría, a espacios vacíos sin ningún tipo de vestigio de lo que allí aconteció. El arco temporal que abarca tiene su inicio en la aparición de los primeros testimonios históricos escritos que describen conflictos bélicos y terminaría con el nacimiento de la fotografía de guerra y, concretamente, con el hito que supusieron las imágenes de Roger Fenton para la documentación de la Guerra de Crimea (1845). Bleda y Rosa señalan una pintura del Museo del Prado como la motivación inicial para el proyecto: La batalla de Almansa, realizada por Buonaventura Ligli y Filippo Pallota en 1709, que les sirvió para establecer la base conceptual y estética de este amplísimo trabajo, al cuestionarse cómo son los espacios donde habían sucedido tantos episodios históricos que aparecen en los libros de Historia. El resultado en su caso son unas imágenes panorámicas realizadas con cámara de medio formato y divididas en dos, en las que el desplazamiento de cámara suele ser un barrido de izquierda a derecha. Poco importa quién aprieta el disparador, resulta anecdótico frente al trabajo de investigación y toda la preparación que hay detrás de cada una de las imágenes.
El montaje de las fotografías sobre la pared presenta interesantes juegos de composición y perspectivas, en los que también merece la pena detenerse un momento. Así como en la lectura de los pies de foto, generalmente un lugar y un año, que nos ofrece una pista acerca de las batallas.
Como ya hemos comentado, además de esta serie la exposición presenta otras que también tienen que ver con la memoria, el tiempo y el espacio y que sirven tanto para contextualizar Campos de batalla como para analizar la evolución en el trabajo de Bleda y Rosa. Como cierre a la muestra se incluyen las fotografías de la Alhambra que la pareja realizó cuando fue invitada en 2005 a participar en el programa “Tender puentes” de este museo, consistente en la realización de un trabajo inspirado en la impresionante colección del antiguo Fondo Fotográfico Universidad de Navarra, atesorado hoy en el Museo bajo la dirección de Valentín Vallhonrat y Rafael Levenfeld.
Si en Campos de batalla se alude a una memoria colectiva institucionalizada, Campos de fútbol (su primer trabajo) sería el ejemplo de la memoria personal, de aquellos lugares que nos resultan reconocibles pero que han sido afectados –de nuevo– por el paso del tiempo. Origen. Un paseo por las teorías de la evolución humana, compuesta por cinco fotografías que reflejan lugares que en algún momento han sido noticia en relación con descubrimientos de fósiles humanos, desde Neander a Atapuerca, implicaría una memoria cargada de referencias personales, de cosas aprendidas y en la que el viaje ejerce un papel fundamental. En realidad, la idea de desplazamiento esta presente en toda su producción y lo vemos también en Memoriales (2005-2010), 23 tomas que nos trasladan a tres capitales de Estado: Berlín, Washington y Jerusalén y a sus espacios entendidos como contenedores de memoria, lo que sería en este caso una memoria concebida, no vivida pero impuesta. Finalmente, Prontuario se despliega de una forma distinta en la exposición, partiendo de la idea de álbum fotográfico, y sus imágenes –que a su vez se agrupan en Notas en torno a la Revolución y El continente y el viento–, recogen una reflexión acerca de las revoluciones de los siglos XVIII y XIX que pusieron fin al Antiguo Régimen en Europa y llevaron a la independencia a varias naciones americanas. En esta serie cada foto se muestra junto a un texto de la época a la que hace referencia, pero es importante señalar que no hay una literalidad a la hora de relacionar texto e imágen.
“Bleda y Rosa. Geografía del tiempo”
Campus Universitario
Pamplona
Del 21 de marzo al 30 de septiembre de 2018
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BEATRIZ VAQUERO ARGÜELLES
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