Sobre el impacto de los lugares visitados en los turistas y el que ellos causan allí donde viajan y sobre la imagen que tenemos de una ciudad o paisaje antes y después de recorrerlo nos propone reflexionar “Ciutat de vacances”, la muestra que Es Baluard presenta desde el 26 de mayo pasado y que está concebida, no solo como exposición, sino como proyecto de estudio a través de metodologías múltiples: mesas redondas y de investigación, visitas a determinados enclaves de Palma de Mallorca, concursos de fotografía y otras actividades educativas y de mediación.
La iniciativa comenzó a gestarse en 2015 bajo el comisariado de Nekane Aramburu, directora del museo mallorquín, y ha ido vertebrándose en distintas fases y acciones de producción e investigación hasta presentarse en el Museo di Palazzo Grimanide Venecia -coincidiendo con la Biennale- y ahora en las propias salas de Es Baluard. No solo los profesionales de este centro han participado en ella: los de Arts Santa Mònica (Barcelona), el IED -Istituto Europeo di Design (Venecia) y, más recientemente, el MACA Museo de Arte Contemporáneo de Alicante, han sumado a “Ciutat de Vacances” sus análisis e ideas sobre el turismo hoy en diferentes sesiones colectivas de diálogo, propuestas creativas e intervenciones en red.
Lo que hasta octubre podemos ver en Es Baluard – y a continuación se exhibirá en Santa Mònica – es el fruto de esos pensamientos compartidos sobre el turismo de hoy en forma de distintas producciones que también dialogan entre sí y que parten del ejemplo más cercano de Baleares a la hora de explorar lo que el turismo conlleva desde la creación contemporánea.
Se considera que las islas comenzaron a ganar visibilidad fuera de España a partir del libro de José Vargas Ponce Descripciones de las islas Pithiusas y Baleares, que en Madrid se publicó en 1787, y también a partir de la labor de artistas que acudían al archipiélago buscando la luz de sus paisajes. Uno de los viajeros más célebres en dejarse seducir por la leyenda balear fue el archiduque Luis Salvador de Austria, que recaló en Mallorca por primera vez en 1867, pero el verdadero boom, la moda mallorquina entre los viajeros españoles y del norte de Europa, llegó después de la II Guerra Mundial, coincidiendo a su vez con las primeras campañas de Fomento del Turismo de Mallorca, que no por casualidad es uno de los primeros organismos promotores del turismo en el mundo.
Una década después se aprobaría la Ley del suelo que permitiría una construcción urbanística intensiva en las costas (también de Ibiza y Menorca) y, desde entonces, el imperio del sector terciario en Baleares y nuestra asociación de esta comunidad con las vacaciones no tardaron en imponerse. Este año precisamente se cumplen cien del nacimiento del cantante Bonet de San Pedro, que difundiría aquellos tópicos en su música pegadiza.
“Ciutat de vacances” quiere hacernos conscientes de la compleja red de consecuencias a las que el turismo da lugar más allá de la economía, prestando atención a lo social, lo cultural y lo político: alude a cómo se desarrollan las poblaciones receptoras de turismo, a la geopolítica derivada de la competencia por el viajero y a la conversión del viaje en artículo de consumo cuando el romanticismo y el afán de verdaderos hallazgos ya se ha perdido.
La muestra subraya cómo la experiencia asociada al viaje se mide hoy básicamente a través de “frías” estadísticas e imágenes congeladas
¿Qué esperan encontrar los turistas allí donde van, y que hallan finalmente? La muestra también subraya cómo la experiencia asociada al viaje se mide hoy básicamente a través de “frías” estadísticas e imágenes congeladas y cómo postales y guías condicionan, o incluso determinan, nuestra visión de cualquier lugar o nuestro recorrido allí antes de haber puesto un pie en él.
“Ciutat de vacances” cuenta con obras de Left Hand Rotation, Marina Planas, Miguel Trillo, Neus Marroig, Ana A. Ochoa, Juan Aizpitarte, Ángel Marcos, Idensitat (Gaspar Maza-Ramon Parramon e Irene Pittatore), Irene de Andrés, Xisco Bonnín, Mélissa Epaminondi, Daniel Gasol, Adrian Melis, Joan Miró y Massimo Vitali que proponen lecturas transversales sobre el fenómeno del turismo masificado hoy. Se alejan de la mirada del turista como especie a observar de Martin Parr (sobre Magaluf, por ejemplo) para invitarnos a reflexionar sobre el asunto desde una mirada más distanciada y completa, atendiendo a lo histórico, social y urbanístico. Todos han basado sus propuestas en el trabajo de campo.
Si Irene de Andrés se fija en la obsolescencia de las infraestructuras vinculadas al ocio en Donde nada ocurre, Planas efectúa una mirada histórica sobre los hoteles de Baleares e Idensitat ha investigado el lado zombi de los espacios donde el turismo es el rey. Neus Marroig plantea la evolución de la ciudad de Palma desde el s XIX hasta hoy a través de citas textuales y Adrián Melis incide en la distancia entre turismo y emigración forzosa en Turismo sin documentos, la documentación de su viaje como no identificado de Barcelona a Basilea.
Hay que subrayar además la mirada de Miguel Trillo a las costas como escenario donde también se ponen de manifiesto cambios sociales y el Honeymoon Club Resort de Xisco Bonnín: los complejos vacacionales fotografiados como simulacros de escenarios propicios a las experiencias placenteras.
“Ciutat de vacances”
ES BALUARD. MUSEU D´ ART MODERN I CONTEMPORANI DE PALMA
Plaça Porta de Santa Catalina 10
07012 Palma de Mallorca
Del 26 de mayo al 22 de octubre de 2017
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