El pontevedrés Ángel Calvo Ulloa resultó ganador, junto a Alexandra Laudo y el dúo formado por Arola Valls y Ada Sbriccoli, de la tercera edición del programa Comisart, que Obra Social La Caixa puso en marcha en 2012 con el objetivo de apoyar y dar a conocer el trabajo de jóvenes críticos y comisarios permitiéndoles desarrollar un proyecto en sus salas. La convocatoria está dirigida a comisarios menores de 40 años, con nacionalidad o residencia española y una experiencia previa de al menos tres muestras comisariadas.
Tras acoger “H(a)unting images: anatomía de un disparo”, la propuesta de Valls y Sbriccoli, hasta el próximo 20 de mayo CaixaForum Barcelona exhibe la muestra colectiva “Bajo el brazo: entre la palma de la mano y la axila”, que cuenta con ocho trabajos de las colecciones de Fundación La Caixa y el MACBA y seis de otros tantos artistas invitados por el comisario. Por tanto, los artistas de los que podemos ver obra en CaixaForum son catorce (Francesco Arena, Jorge Barbi, stanley brouwn, Fernando García, Christian García Bello, Irene Grau, Pere Llobera, Fina Miralles, Radouan Mriziga, Perejaume, Rodríguez-Méndez, Pedro G. Romero, Thomas Schütte y Juan Uslé) y en torno a sus trabajos ha articulado Calvo Ulloa una reflexión sobre las implicaciones que condicionantes externos como el pintar al aire libre y utilizar obras portátiles han tenido en el trabajo de los artistas (en la forma y en el fondo) y en su relación con el entorno.
El título de la exposición remite al tamaño de los lienzos que los creadores pueden transportar durante sus desplazamientos geográficos fuera del taller cerrado, un condicionamiento que explica que muchos autores hayan optado por limitar o ampliar al máximo sus necesidades de espacio y por trabajar más a fondo o más asiduamente empleando bocetos y fotografías, pero también filmaciones y escritos.
Calvo Ulloa aborda esas limitaciones físicas y espaciales desde un enfoque amplio: concediendo importancia histórica a un gesto que, desde el trazo grueso, podría interpretarse como anecdótico, y explorando sus repercusiones en el asunto fundamental de los diálogos del artista con el entorno cercano, y no únicamente en un sentido práctico.
Ha escogido con ese fin trabajos de formatos diversos (pinturas, fotografías, performances e instalaciones) que abordan la capacidad de adaptación (y la pérdida de poder) del artista ante las circunstancias concretas que afectan a sus procesos de trabajo, sobre todo a la escala de la que partir y a los materiales a emplear, pero también a los modos de exponer las piezas resultantes. En suma, lo que defiende el comisario es la posibilidad de una mirada distinta y más completa de las obras de arte: la que las vincula a un espacio físico y unas medidas desde su mismo nacimiento.
La larga barra de metal que forma un rectángulo del perímetro del estudio de Francesco Arena y que tiene un perímetro de la misma longitud que la cabaña de Wittgenstein establece relaciones entre los muy distintos lugares donde trabajaron ambos y Jorge Barbi introduce al espectador en Invernáculo, un lugar de recogimiento y soledad, condición de la que nace su misma obra, basada en el análisis del medio natural y sus elementos desde el recogimiento.
El artista de Surinam, fallecido en 2017, stanley brouwn, anotaba en codos, pies o pasos sus trayectos diarios, y su proyecto en CaixaForum es door opening: 209.4 × 66.7 cm (height and width of the door on carme street 62 in barcelona), una instalación específica que medía el acceso a una vivienda del Raval elegida por el autor cuando visitó Barcelona en 2005. A distintas localizaciones de las Costas Brava y Dorada llevó Fernando García dos grandes telas azules que disponía sobre las playas, convirtiéndolas en instrumento de trabajo y de ocio.
De García Bello podemos contemplar Tres escalones, una pieza de grafito, carbón, hormigón y madera que conecta lo interior y lo exterior a través de la acción, pero una acción contemplativa, consistente en caminar, pararse y mirar. Irene Grau, que expone también en el marco de “Generación 2018” en La Casa Encendida, ha desarrollado un proyecto específico para esta muestra: “S”. Clausuró la pared sobre la que trabaja en su estudio mediante un lienzo en blanco, negando la posibilidad de portar sus trabajos -premisa sobre la que descansan muchas de sus propuestas, como la que ha llevado a La Casa- y acentuando una sensación de pausa y vaciedad en su taller, sensación que implica otra: la obligación implícita de trabajar fuera.
De Pere Llobera ha recuperado Calvo Ulloa Hal, una mínima cajonera concebida como autorretrato donde una personalidad pueda condensarse, y de Fina Miralles la serie de fotografías Translacions, representativa de una serie de acciones desarrolladas con su cuerpo, algunas conducentes a limitaciones físicas.
En el campo de la performance se mueve 55, la que fue la primera creación del bailarín y coreógrafo marroquí Radouan Mriziga. Sus limitaciones de movimientos lo conducen a situaciones complejas que le permiten explorar los vínculos de su cuerpo con el espacio. Y también el trabajo de Perejaume, la instalación Coll de Pal – Cim del Costabona, formada por las fotografías que documentaron su ascenso al pico de la Costabona para dibujar con harina la planta de la galería Joan Prats de Barcelona, donde estas imágenes (solo tres) se expusieron por vez primera en los setenta.
Se relaciona con la escultura, e incorpora la figura del otro a todos estos proyectos desarrollados en soledad, la obra de Rodríguez-Méndez, que recogió en Proposición. Soltar, en sus palabras, una serie fotográfica de papeles que han recogido la caída de comida en el traslado efectuado por mi padre desde su plato a su boca. Los papeles fueron colocados, uno cada vez, entre el plato y mi padre, durante dos semanas.
De Pedro G. Romero veremos en CaixaForum parte de su Archivo F.X: Entrada: La casa, reflejo en vídeo de la acción de un bailaor en la única vivienda de un polígono de Badia del Vallès que no es de protección oficial; de Thomas Schütte, For the birds, ideas constructivas para estudios de artistas, y del gran Juan Uslé una de las pinturas de su serie Soñé que revelabas, realizada de noche, con su estudio cerrado y al ritmo de su frecuencia cardiaca.
El cuerpo como herramienta y la forma como condición son parte del mensaje.
“Bajo el brazo: entre la palma de la mano y la axila”
Avinguda de Francesc Ferrer i Guàrdia, 6-8
Barcelona
Del 31 de enero al 20 de mayo de 2018
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