Allá donde se presenten, sea en espacios como la propia Fundació Sorigué, la Galería Nieves Fernández, el EACC o Casa Asia (centros que han exhibido obra de Chiharu Shiota en España) o en ferias y citas más efímeras como ARCO o la Bienal de Venecia, las instalaciones de la artista japonesa generan espacios propios. Al adentrarse en ellos el espectador pone el contador a cero, ya que algo le dice que esos hilos que constituyen el sello de Shiota incorporan metáforas: sobre las relaciones personales y universales, sobre los canales de información o de comunicación y sobre las vías por donde circulan, o no, sentimientos, o palabras siempre vinculadas a emociones.
Residente en Berlín desde hace casi veinte años, esta creadora nipona se ha dejado influir por Ana Mendieta y por las artistas de la corriente feminista de comienzos de los setenta al emplear el cuerpo como soporte en algunos de sus proyectos: performances que, como el conjunto de su trabajo, quieren estrechar nexos entre el sujeto y su pasado, la memoria y la tierra.
Allá donde se presenten, las instalaciones de la artista japonesa generan espacios propios
A partir del próximo 9 de octubre, y hasta el 31 de marzo de 2016, Shiota presentará en la Fundació Sorigué de Lérida “In the beginning was…”, una propuesta creada específicamente para este centro. Estará compuesta por dos instalaciones de formato monumental, una de ellas inédita y elaborada con materiales relacionados con la propia Fundació ilerdense y a su vez con las conexiones entre el cuerpo, lo que podríamos llamar alma y el universo en su conjunto (enseguida os contaremos más).
La otra pieza estará realizada con materiales y objetos donados por personas anónimas convocadas por la Fundació (podemos donar los nuestros hasta el viernes 2). Se trata de zapatos usados que han representado vivencias especiales para sus dueños y que hacen referencia, al mostrarse unidos, a “los recuerdos y los lazos fundamentales que nos conectan los unos a los otros”.
Dice Shiota que “los zapatos vacíos son como islas perdidas que podrían tener sus propias vidas. Los zapatos andan y viajan: son algunas de nuestras posesiones más íntimas. Envejecen al igual que sus dueños; parecen tener sus propias vidas y conocer todos los secretos de quienes los han llevado”. Quienes colaboran con Over the Continents, que así se llama este trabajo, además de donar sus zapatos usados entregan al centro una nota anónima explicando las razones de que ese calzado fuese importante para ellos.
Los zapatos, por su valor evocador de personas y momentos, son uno de los objetos más utilizados por Shiota en sus instalaciones, junto a la ropa (sobre todo de segunda mano) y el papel, también como contenedor de historias. Cuando emplea objetos fuera de contexto, como maletas o pianos, lo hace subrayando que han perdido su función pero continúan remitiendo a quienes fueron sus dueños. Funcionan como aldabonazo para el recuerdo.
La exhibición de la Fundació Sorigué se completa con diversos lienzos y fotografías de la artista.
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