Orden Aparente (poético-político)
FUNDACIÓN MARCELINO BOTÍN
Sala de Exposiciones: Marcelino Sanz de Sautuola, 3 Villa Iris:Pº de Pérez Galdós, 47 Oficinas, biblioteca y salón de actos: C/ Pedrueca, 1
Santander
La ciudad es el espacio simbólico en el que se desenvuelven sus trabajos, y la arquitectura y la fotografía tradicional, sus excusas para proponer una reformulación de los lenguajes artísticos pasados. Carlos Garaicoa, nacido en 1967 en La Habana y protagonista de la próxima exposición de la Fundación Botín (donde recientemente ha dirigido taller en Villa Iris) es uno de los artistas cubanos con más proyección internacional de su generación y en su producción nos habla de política, de historia y de relaciones sociales combinando la ficción utópica y la realidad más directa.
Su inmersión en el arte derivó de la literatura y de su fascinación por los libros como archivos de pensamiento; de hecho, una de las obras más representativas de su carrera es Mi biblioteca personal crece conjuntamente con mis principios políticos (2008), elaborada a partir de la recopilación de volúmenes sobre arquitectura china que evidencian, para Garaicoa, hipocresías sobre edificios-espectáculo y arquitectos estrella. También los libros le inspiraron el proyecto De cómo mi biblioteca brasileña se alimenta con fragmentos de una realidad concreta, realizada también en 2008 y compuesta por libros acribillados a balazos en referencia a la convulsa vida social de aquel país.
Libros, espacios vacíos y arquitecturas efímeras integraron igualmente los pop up de Torres o Minneapolis (2005) y las esculturas de papel, velas, azúcar o cristal presentes en Principios básicos para destruir (2005-2009), la recreación de una ciudad levantada con terrones que desaparecía paulatinamente a manos, o a bocados, de las hormigas.
Además de lectura y arquitectura, la comunicación es otro de los ejes de la obra de Garaicoa: muchos de sus trabajos contienen inscripciones irónicas relativas a las formas de vida de hoy en elementos urbanos (vallas, fachadas, suelos…).
Sus propuestas más recientes podremos verlas, a partir del 29 de octubre en la Botín, en el marco de la exposición “Orden Aparente (poético-político)”, que ha comisariado Vicente Todolí y que constará de treinta y cinco piezas entre instalaciones, fotografías, videos, esculturas, dibujos y libros pop-up. Una de ellas (aún no sabemos cuál) será adquirida por la Fundación santanderina.
Entre los trabajos expuestos encontraremos varios de marcada significación política, como Las Joyas de la Corona (2009); otros con un carácter más poético, como Jardín (de la serie La ciudad vista desde la mesa de casa, 1998) y Porque toda ciudad tiene derecho a llamarse Utopía (2001), la reciente serie de dibujos Infames casas ocultas, y una obra concebida por Garaicoa específicamente para esta exhibición; se trata de Proyecto Frágil (Santander), en el que delgadas láminas de vidrio unidas por imanes recrean una villa portuaria imaginada de frágil crecimiento económico. Podemos comparar esta pieza con Wer im Glashaus sitzt… (If you have a glass house…, 2013), una reproducción del museo Haus der Kunst de Múnich en la que empleó los mismos materiales.
Si por algo se caracteriza “Orden Aparente (poético-político)” es por subrayar la importancia de los procesos en el conjunto de la obra del artista cubano, la variedad de sus soportes y lenguajes y los mecanismos empleados a la hora de interpelar al espectador e invitarle a pensar en la capacidad de la arquitectura para cambiar el curso de la historia y de nuestras historias individuales.
Las obras expuestas proceden de la colección personal del cubano, de las galerías Elba Benítez, Continua y Luisa Strina y de colecciones privadas brasileñas, italianas, portuguesas y españolas.
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