La Caja de Pandora se abre públicamente

El grupo sale de Facebook y comparte un Comunicado frente al Reina Sofía

Madrid,

La Caja de PandoraHan pasado seis meses desde que en Facebook comenzó a gestarse una pequeña gran revolución que lleva por nombre La Caja de Pandora. Su labor, silenciosa de puertas afuera –pues se trata de un grupo privado–, ha empezado ya a dar frutos, y quizás por eso han considerado que es el momento de hacerse notar también en público. Hoy, a las 12 de la mañana, han convocado a los medios a una rueda de prensa para la lectura de un comunicado. Quieren ser ellas, las pandoras, las que hablen, elegir sus tiempos, los lugares y las palabras adecuadas, sobre todo después de que la semana pasada algunos medios de comunicación comenzaran a interesarse activamente por la existencia del grupo. Aunque se encuentran en una primera fase de formación y no tienen demasiada prisa por saltar a la palestra, con el gesto de hoy deciden abrir La Caja de Pandora: “Revindicaremos tanto nuestra voz, como nuestra legitimidad para señalar las agresiones a las que nos vemos sometidas y a las instituciones que las silencian y las permiten”.

De la creación de este grupo se pueden desprender muchas cosas positivas, empezando por la sororidad y el apoyo que ha supuesto para muchas mujeres disponer de un espacio donde denunciar o compartir sus malas experiencias sin temor a ser juzgadas o señaladas; poder recibir apoyo y orientación, tanto psicológica como legal. También tiene un valor especial, aunque quizás solo sea simbólico, el hecho de que haya sido desde el arte desde donde ha empezado a construirse. Que el arte sirve para muchas cosas lo sabemos, pero hacía tiempo que no conseguía despertar, concienciar y movilizar de la manera en que se está haciendo ahora. Todo empezó con la denuncia de Carmen Tomé de un supuesto abuso sexual (el caso está de momento en manos de los jueces) por parte del gestor cultural Javier Duero, que actuaba como comisario invitado en las residencias artísticas A Quemarropa, en Alicante, en las que la denunciante también participaba. Ella decidió contarlo y hacerlo público a través de una acción performativa, que consistía, ni más ni menos, que en la lectura del atestado, y, claro, la cosa no tardó en trascender dentro del sector. Fue entonces cuando, como muestra de apoyo, se creó este grupo contra el abuso machista y de poder hacia las mujeres en un ámbito con una profunda tradición masculina, en el que las creadoras han sido, y siguen siendo, deliberadamente marginadas. Las pandoras, que ya son más de 3000 mujeres pertenecientes principalmente al sector de las artes plásticas y visuales, se declaran feministas –y eso significa creer en el principio de igualdad de derechos de la mujer y el hombre– y comparten el rechazo a los patriarcados en cualquier ámbito de la sociedad.

“Estamos aquí para abrir La Caja de Pandora públicamente y mostrar nuestro apoyo a Carmen Tomé y a todas las Carmen Tomé que ha habido y que desgraciadamente hay. Nosotras sí os creemos”

(Leer el comunicado completo)

 

Mientras las pandoras leen su comunicado, llegan a nuestra redacción dos notas de prensa de eventos que destacan en sus enunciados el aumento de presencia femenina en sus próximas ediciones. Se trata, por un lado, de la feria JustMAD, en la que por primera vez se invierten las tornas y habrá más artistas mujeres que hombres, 71 frente a 63, y Open Studio, que también incrementa notablemente esta representación hasta alcanzar el 49% de participantes mujeres. Todo suma.

 

 

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