El primer premio concedido en ARCOmadrid 2018, que hoy a las 12:00 abre sus puertas, ha sido madrugador. La artista burgalesa Asunción Molinos Gordo ha obtenido el galardón concedido por Solán de Cabras por Ocultamiento, Falsa Escasez o Escasez Fingida, una escultura de madera pintada a mano y de formato mediano que representa un barco granelero. Remite a los que Gran Bretaña y Estados Unidos usaron en la II Guerra Mundial con el patrón de camuflaje dazzle, pero su significado no tiene que ver con los conflictos bélicos sino con la industria alimentaria: según la artista, esta pieza versa sobre las formas de esconder grandes cantidades de alimentos en el mar, para crear una ausencia en el mercado y provocar artificialmente la subida del precio de determinados cultivos. Podemos ver la obra en el stand de la Galería Travesía Cuatro.
Este año, el Premio Solán de Cabras, que cumple tres ediciones, tenía como eje la sostenibilidad, y el respeto al medio ambiente está muy presente en la producción de Asunción en fondo y forma: la ventaja de haber crecido en un pueblo en una familia de campesinos me hizo entender, desde muy pequeña, que no se trata siempre de innovar e innovar, sino de conservar las condiciones para que lo que ya ocurre pueda seguir repitiéndose, para que se mantenga en el tiempo como una cultura rural viva.
El jurado ha estado formado por Enric Pastor, director de la revista AD; la crítica y comisaria Bea Espejo, Elisa Hernando, en representación de ARCO, y Manuel Patiño, Brand manager de Solán de Cabras.
No es el primer premio que recibe en una feria Molinos Gordo: ganó el Premio de la Bienal de Sharjah en 2015 con su proyecto WAM (World Agriculture Museum).
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