Vázquez Díaz, Daniel
Nerva (Huelva), 1882 – Madrid, 1969.
Pintor español.
Inicia su formación artística como autodidacta en Sevilla, al tiempo que estudia la carrera de Comercio, en la que se gradúa en 1902. En 1903 se instala en Madrid y estudia a los grandes maestros en el Museo del Prado, con dedicación especial a la obra de Zurbarán. Decide marchar a París en 1906 y allí asiste al nacimiento del cubismo, que se convierte en referencia constante en su obra. Se relaciona con Picasso, Juan Gris, Braque, Max Jacob, etc, y aprende en el estudio de Bourdelle y con él colabora en la decoración del teatro de los Campos Elíseos. Hasta 1918 hace compatible su estancia en París con diversos viajes a España en los que presenta su obra en las Exposiciones Nacionales y otros certámenes de importancia. A su vuelta a Madrid en 1918 comparte la docencia en su taller con la creación artística marcada por la influencia del cubismo en paisajes y retratos que estructura con gran simplicidad de líneas y colorido muy sobrio. Toda su trayectoria anterior culmina en la realización de los frescos para el monasterio franciscano de La Rábida (Huelva 1929 – 1930) sobre los preparativos del viaje de Cristobal Colón a América. Destaca en esta obra la simplificación geométrica de la composición, deudora del cubismo, y el colorido austero que tanto debe a las composiciones de los cartujos de Zurbarán. Al mismo planteamiento se deben los retratos de su mujer, la escultora danesa Eva Aggerholm (Eva estatua), y de personalidades como Unamuno, Juan Ramón Jiménez y Rubén Darío, entre otros muchos, y los paisajes y naturalezas muertas realizados desde su vuelta a España. Maestro en su taller de muchos de los artistas que posteriormente forman la Escuela de Madrid: Álvaro Delgado, Díaz Caneja, Pascual de Lara, Gregorio del Olmo, y de otros muchos que asisten a sus clases de la cátedra de pintura mural de la Escuela de Bellas Artes de San Fernando que obtiene en 1932. Entre los premios que se le conceden destacan la Medalla de Honor de la Exposición Nacional de Bellas Artes (1954) y el Gran Premio de la Bienal Hispanoamericana de Arte (1951).