Munch, Edvard
Loiten, 1863 – Oslo, 1944 Pintor y grabador noruego.
Realiza sus primeros estudios en la Escuela de Dibujo de Oslo, viajando mucho por Francia, Italia y Alemania hasta 1908, cuando sufre una grave enfermedad mental. Su arte evoluciona del neoimpresionismo al simbolismo, teniendo sus motivos una carga emocional desinhibida y neurótica que anticipa el expresionismo. Durante la década de los ochenta trabaja en una serie de cuadros: El friso de la vida, que guarda afinidad con el art nouveau. Alguno de los temas aquí representados, como El beso y El grito, son trasladados también al aguafuerte, la litografía o el grabado en madera. En la década de los noventa viaja por toda Europa, y aunque aquejado de problemas nerviosos, continúa exponiendo en diferentes salas. En 1908 regresa a Noruega, volviéndose su arte más extrovertido: su técnica se hace abocetada y enérgica, y su paleta viva y vigorosa, siendo de gran importancia la serie de pinturas que realiza para el Paraninfo de la Universidad de Oslo (1910 1915). En los años veinte retorna al simbolismo de sus primeros tiempos, sin perder su carácter evocador. La influencia de Munch es especialmente intensa en Escandinavia y Alemania por su carácter de desilusión ante las condiciones contemporáneas y la sensación de alienación humana que sus cuadros expresan: un drama que repite constantemente los mismos temas (tensión entre padres e hijos, pasión entre hombre y mujer, etc) y que anima a los exponentes más atormentados del expresionismo
alemán.