Totalmente autodidacta, se inicia en la escultura con muñecos y criaturas que realiza por afición en su tiempo libre, llegando a adquirir un gran conocimiento de los materiales a través de la experimentación. Sus habilidades le abren las puertas de la televisión trabaja en varios programas infantiles-, el cine y la publicidad, hasta que a mediados de los noventa prueba suerte como artista profesional. La gran oportunidad le llega en 1997 con la polémica muestra “Sensation Young British Artists from the Saatchi Collection”, en la que expone Dead Dead, fidedigna reproducción de un cadáver masculino a mitad de tamaño natural. Otra de sus obras más conocidas es Boy, realizada en 1999 para la cúpula del London Millenium y expuesta después en el Arsenal de la Bienal de Venecia de 2001. Con su inteligente uso de la escala y una técnica de verdadero artesano, las obras de Mueck explotan el poder hipnótico y perturbador del naturalismo exacerbado y se encuadran en un tradición hiperrealista iniciada por artistas como Duane Hanson y continuada en la actualidad por otros como Murizio Cattelan. Entre sus exposiciones individuales puede mencionarse, junto a las ya citadas, “Directions. Ron Mueck”, Hirshhorn Museum Sculpture Garden, Washington (2002).