Discípulo e hijo adoptivo de Pontormo. Inicialmente se aproxima al estilo de su maestro, aunque carece de su intensidad emotiva y con el tiempo, deja paso a reglas estructurales cada vez más rígidas y objetivas. Sus cuadros se caracterizan por su carácter frío y su típica representación corporal y plástica se deben a uso particular del color. Pintor de cámara del duque Cosimo I de Médici, su obra marca el desarrollo del retrato cortesano europeo durante un siglo: impasiblemente analíticos, de espléndida técnica y efectos controlados de complicado diseño, producen un efecto de seguridad casi insolente. Su maestría se hace notar también en sus desnudos, donde con espléndida técnica, transmite sugerencias de erotismo tal y como se observa en su Venus, Cupido, la Locura y el Tiempo, en la National Gallery. De sus retratos hay que destacar los realizados a los miembros de la familia Panciatichi, en la Galleria degli Uffizi de Florencia. Entre sus discípulos más importantes figura Alessandro Allori.