Empieza su formación en la Escuela de Artes y Oficios de Salamanca continuando después sus estudios en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando de Madrid. Obtiene varias becas para ir a Roma: en 1941, en 1957 y en 1959, esta última concedida por la Fundación Juan March, que le permite residir en la Escuela Española de Bellas Artes, de la que será nombrado director entre 1981 y 1985. Allí aprende el trabajo de la fundición, entrando en contacto con el bronce, material muy utilizado por el artista posteriormente. Realiza numerosos viajes por el extranjero: Alemania, Austria, Francia, Grecia, Países Bajos, Brasil, Cuba, Egipto, etc. Es nombrado en 1975 académico de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, siendo miembro también de la Academia Artística dei Vituosi dei Pantheon de Roma. Su obra, dentro de la figuración, presenta gran libertad creativa, evolucionando hacia la abstracción sin perder nunca de vista el motivo en el que se inspira. Caballos, caballistas, toros, toreros y demás temas extraídos de su tierra charra natal destacan en su producción. Hábil artesano en el tratamiento de la materia, en sus creaciones sabe jugar con los planos y las estructuras geométricas que dota a sus esculturas de movimiento y de cierto carácter expresionista, a lo que ayuda la importancia otorgada al hueco, al vacío que llena la obra de aire y ligereza.