Angelico, Fra
Vicchio di Mugello, Florencia, hacia 1395 - Roma, 1455
Pintor italiano.
Nacido en la Toscana, Fra Angelico pasó su vida entre Florencia (Convento de San Marcos), Orvieto y Roma, donde fue llamado a trabajar en la decoración del Vaticano y donde moriría. A medio camino entre el escolasticismo y el humanismo y formado en los conceptos medievales, en él sobrevive una intensa espiritualidad, conjugada con la observación de la naturaleza y el estudio de la luz y de los volúmenes.
Es el pintor de la vida terrenal de Jesús, como demostró en las sucesivas imágenes que pintó al fresco en el Convento de San Marcos, y de temas marianos. Su estilo es resultado de su formación como miniaturista y de la influencia de Ghiberti, reflejada en las líneas curvas y la abundancia de oros. Su obra está dominada por el dibujo y por los colores rosas, azules celestes y oros, todavía de tradición gótica. Presenta personajes con tipos esbeltos, delicados y elegantes, cabezas alargadas, nariz recta y cejas altas, envueltos en vestiduras largas, caídas con sencillez y gracia (en este sentido, prefiere la tradición sienesa del Trecento, más elegante que la florentina).