Antony Gormley, el cuerpo orientado

El artista presenta su quinta muestra en la Sean Kelly Gallery

Nueva York,
Antony Gormley. Bridge, 1985
Antony Gormley. Bridge, 1985

Hasta el próximo 18 de junio, la Sean Kelly Gallery de Nueva York presenta la quinta muestra en sus salas dedicada a Antony Gormley, el célebre autor de esculturas, instalaciones y proyectos de arte público que indagan en las relaciones entre el cuerpo humano y el espacio.

Además de como apariencia, Gormley ha trabajado con el cuerpo concibiéndolo como objeto y como lugar, planteando a través de piezas muy sugerentes, y a menudo dramáticas, nuestra relación con la arquitectura y con el paisaje, nuestra actitud cuando nos desorientamos y los nexos entre nuestro cuerpo, nuestro entorno y las emociones que habitan el cuerpo desde su posición de invisibilidad. De hecho, los cuerpos de Gormley parecen jugar con las ausencias y las presencias: bajo sus figuras -a veces solitarias, a veces formando grupos- de acero, hierro o plomo, quedan vacíos que podrían ser ocupados por cuerpos o sentimientos, y a ellos las rodean otras figuras, las nuestras, que formamos parte de la propia obra del artista al caminar en torno a ellas. No podemos ser, ni siquiera queriendo, espectadores pasivos.

En la Sean Kelly nos espera una selección de obras tempranas y recientes de Gormley: la exposición se inicia con la pieza de tamaño natural de 1985 Bridge, perteneciente a la serie Bodycases, uno de los primeros trabajos que elaboró a partir de un molde de yeso tomado de su propio cuerpo, reforzándolo con fibra de vidrio y recubriéndolo con plomo a modo de piel. Son visibles las líneas de soldadura en sus ejes verticales y horizontales, para subrayar el tratamiento del cuerpo como lugar, como escenario donde tienen lugar experiencias físicas y sensoriales.

Antony Gormley. Scaffold, 2015Junto a Bridge se exhibe el relieve mural Mother’s Pride IV, que data de 1982 pero rehízo en 2012, en el que podemos ver una impresión del cuerpo del propio Gormley en posición fetal siendo devorado por decenas de rebanadas de pan de molde. Entre las piezas recientes que presenta Sean Kelly destaca Scaffold (2015), una cartografía tridimensional del cuerpo humano realizada a través de líneas verticales y horizontales. En conjunto, las tres piezas anteriores nos proponen entender el cuerpo menos como objeto que como espacio, y también como agente transformador.

En la sala principal de la Sean Kelly se han dispuesto esculturas que proponen un diálogo dinámico entre masa y espacio, entre ellas cinco nuevas piezas pertenecientes a la serie Big Beamer. No se habían expuesto al público hasta la fecha  y rompen, en buena medida, con la estética habitual a Gormley. Se basan en la deconstrucción y reconstrucción de los volúmenes interiores del cuerpo a partir de vigas de acero entrelazadas. Representan el cuerpo en cinco posiciones inestables y ofrecen un aspecto muy lúdico, pese a su tamaño monumental.

La muestra, bautizada como “Construct”, concluye con otras dos nuevas obras, Stretched Blockworks, basadas en el empleo de bloques de hierro rectangulares semejantes a volúmenes arquitectónicos que traducen en masas los volúmenes corporales.

En paralelo a esta muestra, el Massachusetts Institute of Technology exhibe la última instalación pública de Gormley, una columna realizada a base de poliedros que conecta una de las escaleras de su segundo edificio con la claraboya, a modo de conexión simbólica entre la tierra y el cielo.

Antony Gormley. Big Skew, 2015
Antony Gormley. Big Skew, 2015

 

Antony Gormley. Big Yield, 2015
Antony Gormley. Big Yield, 2015

 

 

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