Richard Deacon, materiales y lírica

Sus métodos de trabajo, en constante cambio, son el fruto de la evolución de sus ideas sobre el propio medio escultórico: los trabajos de Deacon han virado cada vez más hacia la contorsión y la sinuosidad. Precisamente esta muestra londinense hace hincapié en el interés de Deacon por los materiales y su manipulación a través de piezas como After (1998), enorme bucle en madera que permite al espectador contemplar su exterior y su interior, o de trabajos en pequeño formato como los que integran la serie Art for Other People (1982), que hacen referencia a las posibilidades del arte contemporáneo de ser poseído y disfrutado por cualquiera.

Richard Deacon. Art for Other People No 12, 1984

No falta tampoco en la Tate el conjunto de dibujos It’s Orpheus When There’s Singing, que llevó a cabo en 1978, en los inicios de su carrera, construyéndolos a partir de las complejas curvas que encontraríamos en sus esculturas posteriores inspiradas en formas naturales. Su producción más reciente estará representada a través de obras como Fold (2010), integrada por sesenta fragmentos de cerámica vidriada que pesan doce toneladas. El objetivo de Deacon es siempre expresar “ideas que definen la experiencia humana a través del lenguaje y los sentidos”.

Richard Deacon. After, 1998

En relación con ese hincapié en lo sensorial, la luz ha sido otra de las grandes preocupaciones de Deacon a raíz, en parte, de su interés por textos poéticos y filosóficos, y también la interacción de sus obras con el espacio expositivo donde se muestran y con el espectador.