Recontar la actualidad

Nunca antes el arte español ha tenido una relación internacional más fluida, si tenemos en cuenta que en los últimos 25 años se ha integrado material e intelectualmente en eventos tan importantes como la Documenta -desde la presencia de Barceló en el 82 y, posteriormente, la de Juan Muñoz, Susana Solano, o Juan Uslé;

o la Bienal de Venecia, en cuyo certamen han concurrido numerosos artistas (entre ellos: Abad, Aláez, Cotanda, Espaliú, Federico Guzmán, García Rodero, Irazu, Perejaume, Savater, Santiago Sierra o Eulalia Valldosera).

Aumenta tanto el número de artistas consagrados en el extranjero que exhiben su obra en muestras temporales o en reconocidas galerías Iglesias, Leiro, Manglano Ovalle, Mundatas, Plensa, Prego o Sicilia,

como la presencia de mujeres en este campo. Entre un largo etcétera podemos nombrar a Pilar Albarracín, Amaya Bozal, Tania Bruguera, Victoria Civera, Concha García, Carmela García, Susy Gómez, Laura Lío, Cristina Lucas, Alicia Martín, Blanca Muñoz, Marina Núñez, Ouka-Lele, Pamen Pereira, o Ángeles San José.

Finalmente, hay artistas de anteriores generaciones de enorme importancia y plenamente activos, igual que muchos todavía jóvenes, que dentro de la cambiante moda ocuparon en su momento puestos de atención privilegiada y pueden volver a hacerlo, así como los que poseen indudable interés, sea cual sea su proyección. Algunos de ellos son Darío Álvarez Basso, Xomin Badiola, Ángel Bados, J.M. Ballester, M. A. Blanco, Jorge Barbi, Isidro Blasco,

Rosa Brun, Tom Carr, Ricardo Catania, Pep Durán, Chema Madoz, Fernando Mastretta, Carlos Pazos, Javier Ruiz, Simeón Sáiz Ruiz, Sergio Sanz, Fernando Sinaga, o Juan Ugalde.