…que Granada no se despedirá con facilidad del Centro José Guerrero

La Plataforma por el Centro José Guerrero, constituida por ciudadanos, intelectuales, profesores y miembros de diversas asociaciones artísticas, emitieron el pasado 23 de noviembre un comunicado que puede consultarse en el portal www.porelcentroguerrero.com, y que recoge las siguientes consideraciones:

1) El Centro Guerrero es necesario para una ciudad cultural, universitaria y turística como lo es Granada. Son muchas las generaciones de artistas o amantes del arte que han pasado por sus salas durante estos años. La colección Guerrero es un recurso pedagógico utilizado por numerosos centros escolares y universitarios para completar su formación artística y humana. El centro, además, completa una oferta turística de primera calidad en el corazón histórico de la ciudad que hace a nuestra ciudad más atractiva y diversa.

 

2) El Centro José Guerrero es deseable. La valoración que de él han hecho los ciudadanos en general, y el sector de la cultura en particular, así lo ponen de manifiesto. Hace unos días el escritor Antonio Muñoz Molina lo expresaba con la mayor claridad y economía de medios: “No faltaba nada para tener un museo perfecto: un edificio inteligentemente restaurado en el corazón de la ciudad […]; una colección de primera categoría […], la buena disposición de una esposa y unos hijos para quienes el deseo del padre de que su obra volviera a la ciudad fue un mandato asumido como propio; … el Centro José Guerrero de Granada ofrecía el tamaño perfecto, la solidez discreta de lo bien hecho, lo luminoso, lo posible”.

 

3) El Centro José Guerrero es sostenible gracias a su escala y a la generosidad de las dos partes que lo han impulsado: la familia Guerrero, que nunca ha pedido ninguna contraprestación económica por la cesión de la colección, y la Diputación de Granada, que aprobó en pleno su creación y ha puesto a su servicio la infraestructura y los medios humanos y técnicos mínimos necesarios.

 

4) El Centro José Guerrero es posible. Diez años al servicio de la ciudadanía y la cultura así lo prueban. En ese tiempo, sin embargo, se han demostrado las dificultades que para su funcionamiento suponía la precaria naturaleza en que se basaba, y se ha comprendido que la estructura con mayores garantías de éxito para el buen desarrollo de su misión es la creación de una fundación. Ese modelo se inspira en otros casos existentes y fiables (por ejemplo, la Fundación Tapies de Barcelona, la Fundación Oteiza de Pamplona, la Fundación Esteban Vicente de Segovia, entre otras), un modelo de gestión perfectamente asumible por los poderes públicos.

Por todo ello nos preguntamos ¿Por qué no es posible que nuestra administración asuma este modelo como propio, un modelo impulsado y puesto en práctica por numerosas instituciones museísticas de nuestro país? ¿Por qué tanta prisa por parte de la Diputación de Granada en liquidar el centro y enterrar así “el muerto” en menos de cuatro meses antes de las elecciones? ¿No suena incluso raro? ¿No es la confirmación de que tenían un plan trazado de antemano, la liquidación de esta institución que ahora quieren ejecutar a marchas forzadas? Es obvio que si esto llega a producirse las posibilidades de crear una futura Fundación Guerrero con nuevos interlocutores será muy difícil.

 

Por todo lo anteriormente expuesto la Plataforma Por el Centro Guerrero y las personas que la apoyan DEMANDAN:

 

1. LA CREACION DE LA FUNDACIÓN GUERRERO guiada por el Documento de Buenas Prácticas para Museos y Centros de Arte que garantice la autonomía, la profesionalidad y el respeto del mundo del arte hacia la institución museística. Este modelo de gestión, que es el que reclaman los herederos de José Guerrero, permite la participación de la administración pública (con un 40% de patronos), la de científicos y expertos en arte independientes (con un 30%) y la sociedad civil (en este caso representada por la familia Guerrero, con otro 30%). También la aplicación de este Documento garantiza la profesionalización de la dirección mediante el contrato por concurso público de su director. Se trata, en definitiva, de crear un órgano de funcionamiento plural, sin mayorías de ninguna clase y que lo salvaguarde de los vaivenes de la política.

 

2. Que LA JUNTA DE ANDALUCÍA, la administración que más claramente tiene asignadas competencias en materia de salvaguarda del patrimonio histórico-artístico, asuma la gestión del centro y busque la complicidad del resto de administraciones públicas (Diputación, Ayuntamiento y Ministerio de Cultura) y financieras (Caja Granada, que ya ha mostrado su interés) de forma que entre todas se garantice la permanencia en Granada de la Colección José Guerrero y del Centro de Arte que lleva su nombre y que no se consume lo que sería una de las mayores catástrofes culturales de nuestra ciudad, de nuestra comunidad autónoma y del país.

 

3. Consideramos que no hay razones suficientes para la destrucción del Centro José Guerrero. Entendemos que con las personas actualmente responsables de la Diputación de Granada y su área de Cultura la familia Guerrero se ve obligada a dar por concluida la primera etapa del Centro José Guerrero. Pero conminamos a los responsables políticos presentes y futuros a que sitúen al frente a otras personas capaces de restablecer el pacto que dio origen al Centro hace ahora diez años.

 

 


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