Desde el inicio de su trayectoria en los cincuenta, Niki de Saint Phalle desafió convenciones en una obra abierta a la performatividad, los proyectos colaborativos y el feminismo. Hasta el próximo septiembre, el MoMA de Nueva York acoge su primera gran exposición en Estados Unidos, “Structures for Life”: consta de dos centenares de trabajos que subrayan el carácter interdisciplinar de la obra de esta autora y su compromiso social: siempre quiso imaginar nuevas formas de habitar el mundo.
Se inició la artista en los ensamblajes y los proyectos performativos para, desde los sesenta, expandir su producción a la arquitectura, los jardines de esculturas, los libros, grabados, películas, decorados teatrales, la ropa, las joyas e incluso a su propio perfume. Buscó romper estigmas sobre el sida, promover los derechos de la mujer y también el cuidado del medio ambiente.
La antología puede visitarse hasta el 16 de septiembre.
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