El Museo del Prado ha anunciado esta mañana que ha sido galardonado con el Global Fine Art Award por una de las exhibiciones que más satisfacciones le ha dado en los últimos años, “El Bosco. La exposición del V centenario”, primera muestra monográfica dedicada en España a este artista. Con sus 589.692 visitantes fue la exposición más visitada en la historia de la pinacoteca.
Pudo verse entre mayo y septiembre del año pasado y gracias a ella el Museo recibirá el premio Youniversal, modalidad del público del premio Global Fine Art. Se da la circunstancia de que recientemente conocimos los datos arrojados por la última encuesta del Observatorio de la Cultura en España de la Fundación Contemporánea y el Prado era la institución más valorada, en buena medida también gracias a su homenaje bosquiano.
Estos galardones están concedidos por una treintena de prestigiosos profesionales internacionales de los ámbitos del arte, la economía y la empresa y reconocen la excelencia en el diseño de exposiciones y del programa de actividades que las completan.
La fortuna de público y crítica también ha acompañado a diversas iniciativas que han rodeado la muestra del Prado: el documental El Bosco. El jardín de los sueños, dirigido por José Luis López-Linares, obtuvo la Medalla del Círculo de Escritores Cinematográficos en la categoría Documental, misma modalidad en la que fue nominado a los Premios Goya 2017 y a los Premios Forqué.
La monográfica también se complementó con el primer cómic editado por el Museo del Prado, El tríptico de los encantados, un acercamiento narrativo-visual a la obra del Bosco a través de una trama en la que Max hilvanó tres de sus pinturas conservadas en el Prado, y con una videoinstalación inspirada en El jardín de las delicias, concebida ex profeso para la sala C del Museo. Posibilitó a los visitantes experimentar y acercarse al tríptico desde un especio sensorial y perceptual y se llamó Jardín Infinito. En ella el artista Álvaro Perdices y el cineasta Andrés Sanz diseccionaron los múltiples mundos pictóricos de la obra.
También dedicó el Prado a El Bosco (y a su discípulo Bruegel el Viejo) la quinta edición de su Cátedra, cuyo titular fue Reindert Falkenburg.
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