Antropofagia

Tarsila do Amaral. Sol Poente, 1929
Tarsila do Amaral. Sol Poente, 1929

El antropofagismo representa para los artistas sudamericanos la forma de fundir el arte y las ideas modernas con los temas indígenas, por ello se convierte en un movimiento esencial para la constitución del arte modernista brasileño, protagonizado en su mayoría por pintores e intelectuales.

El manifiesto antropófago del poeta y ensayista O. de Andrade de 1928 invita a los artistas, hasta ahora influidos por los movimientos europeos, a superar esta hegemonía. En esta línea es clave el trabajo de Tarsila do Amaral (1886-1973), pintora y escultora brasileña que se encuentra en 1920 en París estudiando en la Académie Julian y en 1923 trabajando con Gleizes y Léger, asumiendo las lecciones del constructivismo ruso y el cubismo, y desarrollando posteriormente un arte nacional enraizado en sus orígenes. La introducción de la modernidad en el resto de América Latina sigue ese mismo camino en diversos grados. Además la antropofagia nos enseña que toda obra de arte nace por devoración de los modelos.