Marcellvs L. La paciencia del ojo

Susana Blas Brunel

El entorno que recibe la instalación de Marcellvs L. (Belo Horizonte, Brasil, 1980) multiplica sus efectos perceptivos.

“0778 y Spree”. Marcellvs L.”
Matadero Madrid (PHE08)
Desde el 6 de junio hasta el 27 de julio de 2008

Spree, 2007
La nave aislada en Matadero Madrid, en la que se exponen los dos videos, nos adentra en un contexto distinto al de la sala de exhibición convencional. El propio paseo por el recinto al aire libre, hasta llegar al pabellón, nos desconecta de la visita al uso, y nos prepara para penetrar en este hangar, que con su suelo arenoso, ha adquirido reminiscencias de coso taurino. Situados en el centro del pabellón destartalado, la experiencia se intensifica. Dos proyecciones enfrentadas presentan dos de los videos de la serie Videorhizomes, que el artista realiza desde 2002. La esencia del proyecto es captar momentos aparentemente insulsos, historias banales cotidianas, que elegidas y agrandadas con el zoom del artista, expanden sus significados, generándonos un debate interno no sólo sobre la percepción y valoración de imágenes, también sobre la experiencia del arte en la sociedad contemporánea. Acostumbrados a convivir con un arte que busca epatar y sorprender, contrastar y criticar… incluso escandalizar, las piezas neutras de Marcellvs L. habitan un reino, donde la lentitud se impone, donde al ojo se le exige paciencia y al cuerpo aplomo… donde las cosas no parecen ser lo que son.

Marcellvus L. Spree, 2007                       Marcellvus L. Spree, 2007

En Spree (2007) Marcellvs L. mantiene el plano fijo de la fachada de una mansión señorial. Aparentemente nada ocurre, pero nuestra paciente espera da sus frutos, y empezamos a distinguir leves movimientos de cuerpos y sombras en una de las ventanas. La pequeñez del hallazgo primero exaspera nuestras expectativas, pero si logramos entrar en el trance de la imagen como el que medita, pasaremos a otro estado. Esos reflejos y masas nos desplegarán un sinfín de historias: una discusión en la casa, los últimos coletazos de una fiesta multitudinaria. Nuestro ojo cansino se convierte en un ojo que piensa e inventa. En el segundo vídeo: 0778 (2004), un individuo cruza a pie una masa de agua, que parece ser un río. En un primer momento el zoom pixela la imagen hasta el extremo, dándole un aire pictórico, diría que místico. Este plano corto progresivamente se ira abriendo, siempre manteniendo la secuencia con absoluta ausencia de edición, encapsulando la temporalidad real. Parece una escena insustancial, incluso tomada al azar, sin interés. Poco a poco veremos también el entorno natural del río, los árboles, algún otro tranquilo personaje, mientras el hombrecillo sigue avanzando hacia nosotros, que esperamos en el centro del hangar a que por fin cruce. Nos encontramos observando un momento pequeño y azaroso con el talante del que observa “algo importante”. Nuestra actitud se torna espía y microscópica. Un gesto mínimo adquiere relevancia en su selección. Pasados unos minutos entramos en el trance y nuestra mente escupe posibles explicaciones, filosofías del tránsito… cruzar la otra orilla… Incluso me percato de que el hombre que cruza está vestido: con pantalón, camisa y zapatos, y ese hecho me inquieta aún masagranda la tensión. Mi mente no tarda en asociar a este detalle un sentido narrativo. Pienso en cómo cambiaría la valoración de estas piezas si fueran las únicas pruebas de un homicidio en un juicio, cómo las miraríamos entonces… cómo las consumiríamos…

Marcellvus L. Spree, 2007                    Marcellvus L. 0778, 2004
Marcellvs L. 0778, 2004

“Mira con atención, y espera” – parece decirnos Marcellvs, “mira fuera y dentro de ti”.
Pasan los minutos y permanezco inmóvil en el centro del coso, abandonada a la quieta poesía de dos enigmáticos lienzos que contienen tiempo.

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