El Museo del Greco se suma a la celebración del Año Picasso 2023 ofreciéndonos una instalación temporal que formará parte del recorrido expositivo del centro durante todo este año y que incide en la influencia que El Greco ejerció sobre el malagueño a lo largo de toda su vida, desde su formación hasta su madurez.
Esta exposición temporal gira en torno a la visita que Picasso y su entonces esposa Olga Khokhlova realizaron, junto con su hijo Pablo, a este centro toledano en el verano de 1934, cuando efectuaban un viaje de incógnito por varias ciudades españolas. Supuso el encuentro del autor de El Guernica con su maestro, en la que fue la última vez que pisó suelo español.
Dos son los espacios en los que se presenta el recorrido (la Sala I, en la Trasera del Apostolado, y la II, en la Antesala de la Sala Polivalente). En la Trasera del Apostolado, podremos contemplar tres fotografías y un célebre dibujo; las imágenes documentan la visita, están tomadas en el Jardín Alto y no fueron publicadas en la prensa del momento. En dos de ellas aparece Picasso solo y en la otra se retrató a la pareja en actitud distendida.
En cuanto al dibujo, refleja un hecho ligado a la época de juventud y formación del artista malagueño: cuando, hacia 1898, siendo estudiante de la Academia de Bellas Artes de San Fernando, se escapaba al Prado para aprender de los maestros antiguos. Es entonces cuando escribiría en una hoja llena de esbozos y dibujos una breve frase en la que tomaba posiciones: Greco, Velázquez, inspirarme.
En la Antesala de la Polivalente se exhiben otra fotografía y un artículo de periódico. En la primera vemos de nuevo al matrimonio Picasso, ahora junto al porche del Museo del Greco; el segundo corresponde a una reproducción de un artículo publicado en la revista Blanco y Negro el 23 de septiembre de 1934, a cargo del poeta Manuel Abril. Tiene de especial ser el único artículo de la prensa española que se hizo eco de la visita.
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