La pintura o el ave fénix

CaixaForum Barcelona reivindica su vigencia a partir de sus fondos

Barcelona,

Tantas veces se la ha dado prematuramente por muerta como ha resurgido, y aunque los jóvenes artistas cada vez amplían más sus intereses hacia otras disciplinas, para la mayoría la pintura sigue siendo un punto de partida, un origen. CaixaForum Barcelona articula, en su mayor parte a partir de sus colecciones, la muestra “La pintura, un reto permanente”, que ha sido comisariada por Nimfa Bisbe y pretende aportar perspectivas frescas a los nuevo desarrollos del medio, en relación o no con otras técnicas, asumiendo su carácter híbrido hoy y una pérdida de fronteras que ha logrado que la superficie de la tela no sea ya su único soporte.

De la exposición forman parte casi cuarenta obras de treinta y tres artistas y entre ellas cobran protagonismo la abstracción y la ya bien consolidada corriente de la pintura expandida; además, en el recorrido veremos nuevas adquisiciones de la Caixa y piezas nunca expuestas que permitirán al público revisar los trabajos más tempranos de los fondos de esta institución a la luz de enfoques actuales.

Hau que recordar que la Colección “la Caixa” de arte contemporáneo comenzó a gestarse en los años ochenta, justo cuando la irrupción de nuevas tecnologías y los caminos abiertos por la instalación o el videoarte cuestionaban la vigencia de la pintura como medio artístico acorde a los nuevos tiempos, y que en sus fondos predominan, pese a ello, justamente las pinturas, en muchos casos representativas de las nuevas tendencias surgidas entonces. En la actualidad, los componen más de un millar de trabajos.

Vista de la exposición "La pintura, un reto permanente" en CaixaForum Barcelona, con obras de Ignasi Aballí y Jaime Pitarch
Vista de la exposición “La pintura, un reto permanente” en CaixaForum Barcelona, con obras de Ignasi Aballí y Jaime Pitarch

“La pintura, un reto permanente” se estructura en seis capítulos y todos apuntan en la misma dirección: el renacimiento constante de la disciplina, por más que la abstracción llevada hasta sus últimas consecuencias por Malévich y los suprematistas, el arte conceptual desde los setenta o la citada convulsa década de los ochenta hicieran predecir a algunos un futuro oscuro. Lo que sí se ha dado es su reciclaje, su renovación y la apertura de caminos muy diversos, bajo la forma de la fusión con otras técnicas o del mantenimiento de cánones tradicionales. Por eso, en CaixaForum Barcelona veremos pinturas que guardan las esencias clásicas, pero también instalaciones, fotografías, xilografías, collages, vídeos y hasta rastros de performances en las que su sello está más que presente. Unas y otras piezas tienen en común su acentuación de la fisicidad y materialidad de la pintura, la riqueza de sus texturas, sus formas y su cromatismo, por más que se incida en que todo lienzo u obra relacionada con él nace de la idea y del pensamiento, sea o no conceptual o abstracta.

Las piezas más tempranas presentes en la muestra datan de los sesenta y los setenta (se trata de obras de hoy clásicos como Gerhard Richter, Robert Ryman, Sigmar Polke o Robert Mangold) y contrastan con las más actuales, a cargo de Ángela de la Cruz, Ignasi Aballí, Carlos Bunga, Kerstin Brätsch, Lui Shtini o Rubén Guerrero. No faltan grandes artífices de la evolución de la pintura reciente, como Schnabel, Georg Baselitz, Victoria Civera, Sean Scully, Joan Hernández Pijuan, Antoni Llena o Juan Uslé. Las obras que se exhibirán por primera vez en este espacio barcelonés corresponden a Jessica Stockholder, Victoria Civera, José Pedro Croft, Parmentier, Tillmans, Guerrero, Marepe, Thomas Schütte, Peter Gallo y los citados Bunga, Shtini y Brätsch y las que no pertenecen a la Colección “la Caixa” sino que han sido prestadas son de Bernat Daviu y Jaime Pitarch.

Vista de la exposición "La pintura, un reto permanente" en CaixaForum Barcelona
Vista de la exposición “La pintura, un reto permanente” en CaixaForum Barcelona. Al fondo, una de las lunetas de Robert Mangold

La visita se inicia con una reflexión sobre el rango actual de la pintura como disciplina que tuvo su aura y en buena medida la mantiene, pese al advenimiento de la era digital. Veremos obras de Robert Mangold, semejantes a lunetas renacentistas, que rinden homenaje al pasado del medio; un paisaje abstracto de Joan Hernández Pijuán, renovador de ese género, y otro trabajo abstracto de Gerhard Richter, como sabemos uno de los artistas actuales que más ha trabajado en la investigación sobre los lenguajes de la pintura.

La monócroma, a lo largo del pasado siglo XX, llegó a convertirse en emblema justamente de la abstracción total, pero también ha sido, en los últimos años, objeto de una destacada renovación. Así, encontraremos piezas con un solo color a cargo de Robert Ryman, Michel Parmentier y Ettore Spalletti o Ignasi Aballí; este último ha llegado a practicar esa monocronía sin pintura, empleando billetes de banco triturados. Jaime Pitarch, por su parte, ha empleado latas de pigmento como lienzos (hasta hace pocas semanas los exponía en la Galería F2 madrileña) y Carlos Bunga se ha servido, con los mismos fines, de espacios tridimensionales.

La geometría, como lenguaje fundamental de la pintura abstracta, está presente a través obras de Juan Uslé, Sean Scully y Günther Förg que aunan racionalidad y expresión, y la tridimensionalidad también se explora en “La pintura, un reto permanente” a través de una instalación de Stockholder que ocupa una sala al completo y es uno de los proyectos que encarna la pintura expandida en este proyecto. También encontraremos ese ejercicio pictórico en tres dimensiones en la sala dedicada a la pintura frágil, en una obra de Antoni Llena, pintor que se define así pero que emplea herramientas muy distintas al lienzo y el pincel; en este caso, ha trabajado con papeles de colores recortados o doblados. Delicadas son también las dos esculturas, con superficies cercanas a las pictóricas, que veremos en CaixaForum de Richard Tuttle: dialogan entre sí como lo hacen otras dos de Victoria Civera.

La muestra da cuenta, asimismo, del progresivo desvanecimiento, en las últimas tres décadas, de las fronteras entre abstracción y figuración: lo veremos en el narrativo Sigmar Polke, en las figuras yuxtapuestas a superficies abstractas de Baselitz o en Don Quijote conoce a Corleone de Julian Schnabel; también en el uso de la técnica del marmolado a cargo de la alemana Kerstin Brätsch.

Y cierran el recorrido por “La pintura, un reto permanente” trabajos que nos hablan de la reinvención de esta disciplina hoy: a cargo de Ángela de la Cruz, que dobla bastidores; de Marepe, cuyas instalaciones escultóricas semejan pinturas tridimensionales; de Bernat Daviu, que se ha acercado al medio a partir de los vestidos pintados que confecciona para sus performances o de Michael Snow, cineasta que se aproxima a la pintura desde la imagen en movimiento.

Atención al catálogo: cuenta con textos de Xavier Antich y David Barro, además del de la comisaria.

Vista de la exposición "La pintura, un reto permanente" en CaixaForum Barcelona
Vista de la exposición “La pintura, un reto permanente” en CaixaForum Barcelona
Antoni Llena. Carbassa, blanc i blanc transparent, 1988. Colección "la Caixa" de Arte Contemporáneo © Antoni Llena, VEGAP, 2019
Antoni Llena. Carbassa, blanc i blanc transparent, 1988. Colección “la Caixa” de Arte Contemporáneo © Antoni Llena, VEGAP, 2019

 

 

“La pintura, un reto permanente”

CAIXAFORUM BARCELONA

Avinguda Francesc Ferrer i Guardia, 6-8

Barcelona

Del 27 de junio al 29 de septiembre de 2019

 

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