En Altamira aumenta la temperatura y la inversión, sin relación entre ambas. En el mismo día en que hemos conocido que en el interior de la cueva de Altamira la temperatura ha ascendido entre medio y un grado, y por ello también ha aumentado la condensación de la humedad en sus paredes, Fernando Benzo, secretario de Estado de Cultura, ha anunciado que el Ministerio del que depende invertirá hasta el fin de esta legislatura 4,5 millones de euros en el Museo Nacional dedicado a la cueva, que es también Centro de Investigación.
Sobre los cambios detectados en el interior del yacimiento, el Patronato del centro, que se reunió ayer, afirmó que el régimen de visitas a la cueva se mantendrá, aunque se reforzarán los medios para controlar su temperatura y humedad, por el peligro que sus oscilaciones puedan suponer para la conservación de las pinturas rupestres a largo plazo.
José María Ballester, coordinador del Plan Preventivo y de Conservación de la Cueva y presidente de la Comisión de Seguimiento, ha explicado que en las próximas semanas los científicos que trabajan aquí explorarán las causas que han podido originar esta elevación de la temperatura -de momento se desconoce si se debe a factores internos o externos, y por tanto si el acceso humano tiene algo que ver- y también ha explicado que, aunque no dejarán de realizarse visitas los viernes, estas no se realizarán en grupos únicos de cinco personas como hasta ahora, sino en dos pases de tres y dos personas.
Se desconoce si el aumento de la temperatura se debe a factores internos o externos
Ballester comentó también que se buscará profundizar especialmente en el conocimiento del efecto del agua, necesaria en la conservación de las pinturas, pero que al mismo tiempo causa un arrastre de las mismas, en sus palabras. Asimismo se impulsará la investigación exhaustiva del biodeterioro y la topografía del techo de los Polícromos, al existir microcuencas entre la superficie exterior y la cueva.
Está previsto que en otoño, cuando vuelva a reunirse el Patronato del Museo, se estudie la posibilidad de efectuar las visitas en dos días a la semana en lugar de en uno o incluso de volver a cerrar el yacimiento al público durante parte del año si se considerara necesario. Las decisiones se tomarán en base a un estudio de la estacionalidad de las alteraciones que registra Altamira entre los meses de febrero y junio, vinculándose ese estudio al acceso de visitas experimentales.
Respecto a la inversión ministerial, enmarcada en el Plan 2020, Benzo ha explicado que esta irá destinada a la musealización de la cueva de las estalactitas, para permitir que sea visitable; a la renovación de la exposición permanente del Museo Nacional; a la recreación del ‘Paisaje de Altamira’, a la renovación de la iluminación de la Neocueva, la mejora de la señalética exterior e interior del centro y también a la renovación de la climatización en todos los edificios del recinto, visitado el año pasado por casi 286.000 personas. A las cuevas accedieron en 2016 225 personas elegidas por sorteo entre quienes lo solicitaron cada viernes.
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