Frank Auerbach: Pinturas y dibujos 1954-2001

Dore Ashton

Los adjetivos no son de gran ayuda en la difícil tarea de abordar la carrera de Auerbach.

Royal Academy of Arts, Londres.
Del 15 de septiembre al 12 de diciembre de 2001.
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Esta exposición debe ser disfrutada pintura a pintura y no puede ser calificada a la ligera como expresionista, pictoricista, caótica o vanguardista. La trayectoria de Auerbach revela, sin embargo, su profundo compromiso con la historia de su oficio, así como con una cierta ansiedad posterior a la Segunda Guerra Mundial que le relaciona con Auden y con su forma de usar el sobre empleado mundo del siglo XX. No obstante, Auerbach siempre permaneció al margen de la generación británica que continuó ligada a la figuración (Lucien Freud, Leon Kossoff y el último Bacon, entre otros). Lo que sale a relucir en esta gran muestra, seleccionada por Catherine Lampert, antigua directora de la Whitechapel Gallery, y uno de los modelos más habituales de Auerbach, es el poderoso sentido de la estructura que subraya lo que, en las superficies empastadas de sus lienzos, parece como un salvaje impulso expresionista. Auerbach casi siempre se vale de una pincelada idiosincrásica, rítmica y lineal, construyendo desde su visión de un paisaje que puede ser individual o urbano, lo que podría ser llamado como una contra-pintura. Los misterios que se esconden tras esas superficies, a menudo densamente cargadas, que pretenden ser retratos, no son fáciles de desvelar. Sin embargo ahí están, articulados a través de trazos cuidadosamente medidos que se convierten en acentos que logran unir todo el conjunto. Él mismo habla de su lenguaje, y el vocabulario que nutre este lenguaje es rico y diverso, y nos habla de la gran libertad que existe en los temperamentos humanos.

Frank Auerbach, Tree, Mornington Crescent

Frank Auerbach, Head of Catherine Lampert

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