El Ministerio de Cultura y Deporte ha anunciado este viernes su adquisición de una Crucifixión de El Greco, obra datada entre 1571 y 1577 que corresponde a una de las versiones que llevó a cabo de esta misma temática en ese periodo, inspirándose en diseños de Miguel Ángel. Se trataría, seguramente, de la más tardía de aquellas variantes, que podría interpretarse como culminación de todas las demás, al fecharse entre los últimos años de la estancia del pintor en Roma y los primeros tiempos de su residencia en Toledo.
La pieza se destinará a la colección del Museo de El Greco en esa ciudad castellana, uno de los centros pertenecientes a la red de Museos Estatales vinculada al Ministerio, y será la primera pintura de Doménikos Theotokópoulos en ingresar a sus fondos desde 1910, fecha en que la pinacoteca fue fundada por iniciativa del segundo Marqués de la Vega-Inclán.
El coste de la obra ha sido de 1,5 millones de euros y el Ministerio ha informado de que contaba previamente con un nivel de protección que limitaba su posible compraventa al mercado nacional, por su relevancia en nuestro patrimonio cultural. Esta institución ejerció su derecho de tanteo cuando surgió la oportunidad de adquisición.
Resultará interesante la comparación de esta imagen en el Museo con la del Crucificado ejecutado en 1624 por Luis Tristán, quizá el mejor discípulo del griego: el alargamiento de las proporciones de la figura de Jesús, la violencia del claroscuro, el paño de pureza y el modelo del rostro derivan evidentemente de su maestro, aunque también se aprecian aquí influencias de otros artistas que pudo conocer en Toledo, Madrid y en Roma, adonde este pintor acudió para completar su formación en la época de auge del naturalismo tenebrista.
