Hace tres meses escasos, con motivo de la publicación en la Fábrica de un volumen dedicado a su obra en la colección PhotoBolsillo, decía Eduardo Momeñe que, en toda época pero sobre todo en la nuestra, fotógrafo no es quien hace fotografías sino quien piensa como tal, como fotógrafo.
En sus imágenes, este bilbaíno que hace ahora cuarenta años abrió estudio en Madrid, nos traslada sus reflexiones sobre cuánto hay de real y aparente en la fotografía-para él la realidad es inasible en este arte-, sobre el valor de copias y reproducciones y el peso en la fotografía de la memoria, la experiencia vivida, los deseos y las ideas. Entiende que la cámara trabaja con material resbaladizo, porque la mayor parte de lo real es lo que no se ve, mientras que el objetivo, obviamente, solo puede captar lo visible. Esa es su limitación y su potencia.
En el marco de la vigésima edición de PHotoEspaña, la Galería madrileña Fernández-Braso, que ya ha dedicado muestras a Jordi Socías, Isabel Muñoz, Ouka Leele o Leopoldo Pomés, exhibe una selección de su trabajo: obras de estudio o de exterior, pasajes y retratos, imágenes en color o blanco y negro, a veces acompañadas de textos reflexivos sobre la propia fotografía, en la propia imagen o en el pie, porque Momeñe es tan autor como crítico y siempre ha disfrutado debatiendo y conversando sobre las esencias de este medio y sus técnicas y también impartiendo docencia. No debemos confundirnos: estas palabras añadidas no incorporan relatos o narraciones, solo ideas, y no pretenden salvar la imagen (sería demasiado fácil).
Las fotografías seleccionadas para la ocasión, como el conjunto de la producción de este autor, destaca por su depuración y sencillez, por la expresión concisa de las ideas que Momeñe maneja sin utilizar recursos visuales próximos al truco o al trampantojo. Como el novelista que deja ver la estructura de su texto o el dramaturgo que nos enseña la tramoya, el fotógrafo vasco también deja ver con claridad la estructura de sus composiciones: estudio, modelo, decorado, elementos que dan forma a la escena. Y con esos mimbres simples, construye escenas bellas o misteriosas sin dobleces y las sumerge, con ecos clásicos, en el silencio.
“Eduardo Momeñe. Fotografías”
c/ Villanueva, 30
28001 Madrid
Del 15 de junio al 28 de julio de 2017
2 respuestas a “Eduardo Momeñe, pensar como fotógrafo”
Eduardo Momeñe
No sé quien es el autor del excelente texto sobre mi trabajo pero quiero agradecerle su interés y sus amables palbras sobre mi obra.
Un saludo cordial,
Eduardo Momeñe
masdearte
Muchas gracias Eduardo, un placer.