De Palacio de Cristal a Splendide Hotel

Esta mañana, el Museo Reina Sofía ha presentado en el Palacio de Cristal del Retiro el último proyecto de la artista francesa Dominique Gonzalez-Foerster, Splendide Hotel, un ejercicio escenográfico que trata de evocar el ambiente de un hotel de la época en que se construyó el Palacio, a finales del s XIX (1887) y nos invita a reencontrarnos con un tiempo que quizá explique mucho del nuestro.

La elegante construcción del Retiro se concibió como invernadero y se levantó con motivo de la Exposición General de las Islas Filipinas; pero ese año (y Gonzalez-Foerster incorpora también esas referencias) fue también el del nacimiento de Duchamp o Le Corbusier y el de la difusión de las Iluminaciones de Rimbaud, publicadas el año anterior.

Precisamente una cita de esta obra, en la que el poeta inventa un hotel del mismo nombre (…y el Splendide Hotel fue construido en el caos de hielo y noche del polo) ha inspirado el título de esta muestra. Igualmente ese mismo año 1887 se inauguraron los Splendide Hotel de Lugano y Evian, se desarrollaron el gramófono y la bioluminiscencia.

El medio de expresión de la artista en esta exhibición es la exposición misma, materializada en una monumental puesta en escena que apela de forma directa al espectador y lo invita a cuestionar los límites de la definición del arte y de sus obras.

Al adentrarnos en el Palacio de Cristal nos recibe un rótulo luminoso con el nombre del proyecto y, ya en su interior, plagado de mecedoras (treinta) con algunos libros en ellas (de autores como Rizal, Rubén Darío, Wells, Dostoievski), entramos, a través de una alfombra de evocación decimonónica, a un simulacro de hotel compuesto por una única estancia, de algún modo impenetrable por transparente.

El objetivo de Gonzalez-Foerster, que se confiesa escritora frustrada y entiende que el arte es más intenso como experiencia que como imagen, ha sido transformar el Palacio de Cristal en un espacio del pasado que modifique el espacio del presente. La exposición se acompaña de un libro de artista de tirada limitada que incorpora las referencias del imaginario de Splendide Hotel y se ha llevado a cabo en colaboración con Enrique Vila-Matas.

Merece la pena visitar el Palacio de Noche para contemplar el Hotel con su propia iluminación. Su espacio queda convertido en un laboratorio de época: no reconstruye el pasado, pero si las ideas que lo acompañaron.

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