El actual Museu Nacional Arqueològic de Tarragona se formó durante la primera mitad del siglo XIX, siendo, por tanto, el más antiguo de Cataluña en su especialidad. Después de la pérdida o dispersión de las primeras colecciones de materiales arqueológicos, el precedente directo más antiguo es el “Museo de Antigüedades” creado en el seno de la Academia de Dibujo (que dependía de la Sociedad Económica de Amigos del País) e iniciado por Vicenç Roig alrededor de 1834-1837, que pasó a tener carácter público a partir de su traspaso a la Comisión Provincial de Monumentos, organismo oficial constituido en 1844. En 1849 se unieron en un mismo local este Museo y el que había ido formando desde 1844 la Sociedad Arqueológica Tarraconense con materiales procedentes en gran parte de los trabajos realizados en la cantera del puerto. Debe destacarse, en la segunda mitad del siglo XIX, la obra de salvamento y recuperación que llevó a cabo el primer director del Museo Arqueológico, Bonaventura Hernández Sanahuja. En 1853 el Museo pasó a ocupar unas dependencias del antiguo convento de Santo Domingo en la plaza de la Font, que poco después había de ser sede de la Diputación y del Ayuntamiento. El Museu Nacional Arqueològic de Tarragona muestra en sus colecciones una clara vocación romanista. La importancia histórica y monumental de la ciudad de Tárraco y la problemática arqueológica urbana que comporta el yacimiento han orientado los esfuerzos investigadores del Museo hacia esa etapa histórica. En 1982 el MNAT pasó a depender, en cuanto a su gestión, del Departament de Cultura de la Generalitat de Catalunya. Actualmente el organigrama del MNAT incorpora los siguientes centros: Museo Arqueológico, Museo y Necrópolis Paleocristianos y edificio de Servicios Centrales. Mantiene, también, una especial relación en los ámbitos científicos y de difusión con los importantes conjuntos arqueológicos de las villas romanas de Centcelles (Constantí) y de “Els Munts” (Altafulla).