Cursa estudios en el Instituto de Bellas Artes de México D.F., donde realiza sus primeras exposiciones. En 1959 se traslada a Italia, trabajando en los Talleres de la Academia Pietro Vannucci, llegando a España en 1961 para trabajar en los Talleres de la Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid. Recibe, entre otros, en 1962 el Primer Premio de Dibujo del Instituto de Cultura Hispánica, en 1965 la Segunda Medalla del Grabado de la Fundación Rodríguez Acosta, y en 1969 el Primer Premio de Dibujo en los Concurso Nacionales de Madrid. Su obra, realizada fundamentalmente a través de la técnica del grabado, se distingue por el uso comedido de la técnica en beneficio de la expresión. Siguiendo la tradición española de Goya como grabador, Zachrisson, libera una dramática y sorprendente fantasía, transmitiendo a sus figuras una luminosa condición de símbolos. Manejando los procedimientos tradicionales de la punta seca y la resina, plasma un mundo alucinante que no es la variación sobre un hallazgo formal, sino un viaje por los mundos subterráneos en una desconcertante y alucinada poesía. De entre sus numerosas exposiciones individuales, destacan las realizadas en la Galería Seiquer, Madrid (1967), Zegri Gallery, Nueva York (1968), Galería Aele, Madrid (1977), Museo Municipal de Bellas Artes de Santander (1981), y la Galería Tórculo, Madrid (1983).