Estudia en la Escuela de Artes Visuales de Parque Loge en Río de Janeiro entre 1981 y 1985. Sus obras ponen de relieve el grado de desgarro y de contradicción que subyace a cualquier mestizaje. En sus trabajos explora el carácter híbrido de la cultura brasileña e incorpora referencias de espectro muy variado: figurativas, decorativas, teatrales, alegóricas, biológicas… Esta reflexión sobre su cultura a partir del período colonial le sirve al mismo tiempo para crear una metáfora del mundo moderno. Sus obras se caracterizan por su eminente carácter corporal que en algunos casos se manifiesta a través de la presencia casi aberrante de la carne. Su narrativa, lejos de pertenecer a un tiempo o a un lugar concretos, se caracteriza por su carácter de ruptura y discontinuidad. Entre sus obras más conocidas figuran las instalaciones de pinturas a modo de grandes mosaicos de fragmentos de azulejos coloniales portugueses. Dentro de sus muestras individuales cabe destacarse Azulejoes e Charques (Camargo Vilaça, São Paulo, 2000) y entre las colectivas la XXIV Bienal de São Paulo (1998) Ultra Baroque (San Diego, 2000) o Versiones del Sur (Madrid, 2000).