En 1901 se instala en Roma donde entabla amistad con Boccioni; ambos estudian con Balla
y con él aprenden la técnica divisionista del postimpresionismo
. En 1906 se instala en París donde conoce a Braque
, Utrillo y Dufy centrando su atención en el neoimpresionismo de Seurat
. Invitado por Boccioni, entra a formar parte del movimiento futurista en 1910 intentando reconciliar, a partir de entonces, futurismo
y cubismo
tal y como se aprecia en Jeroglífico dinámico en el Bel Tabarin (MOMA, 1912). Con el tiempo, su obra se muestra más cercana al cubismo sí bien es cierto que frente a éstos, Severini gusta de lo decorativo. En la década de los veinte comienza a interesarse por la pintura mural, realizando frescos para iglesias de Friburgo y Lausana entre otras; frescos en los que se abandona todo efecto de perspectiva. Participa en diferentes manifestaciones artísticas nacionales: Novecento y Quadriennale di Roma, llegando a mostrar cierta relación con el arte concreto. Gran pensador, sus escritos son de gran relevancia artística.