Estudia escultura en la Escuela de Artes y Oficios de Grasz y pintura en la Academia de Bellas Artes de Viena. Entre 1961 y 1965 reside en Islandia y desde 1967 en España. Su vinculación, desde los años setenta, a la Galería Buades, le acerca a un grupo de artistas con los que establece una estrecha relación (Eva Lootz, Navarro Baldeweg y Patricio Bulnes) con quienes da vida a uno de los núcleos conceptuales hoy más reivindicados y crean la revista Humo en 1977. La obra de Shlosser se nutre y se recrea en la naturaleza y de ella toma sus materiales: tramas, piedras, el barro, el hollín, la paja, etc. Su personalidad silenciosa y callada queda reflejada en un trabajo muy personal que sutilmente inunda el espacio circundante y en el que una dirección o la insinuación de un movimiento constituyen el sentido oculto de sus piezas. Sus configuraciones de ramas, troncos de árboles, sus ordenaciones de piedras con reminiscencias ancestrales o las piezas inspiradas en el mar y los barcos son algunas de las citas ineludibles de este poeta silencioso y reivindicado escultor de la naturaleza. En 1991 es galardonado con el Premio Nacional de Artes Plásticas.