Licenciada en Bellas Artes por la Universidad del País Vasco. Recibe en 1987 la Ayuda del Gobierno Vasco, en 1989 la Beca de la Diputación de Vizcaya, en 1990 el Primer Premio Nacional de Dibujo Sandro Botticelli, y en 1993 la Beca de Investigación del Museo Intl. De Electografía de Cuenca. Su trabajo parte del reconocimiento de uno mismo como materia singular, que se proyecta al mundo a través de los sentidos, yendo de lo particular a lo general. Sonia Rueda aborda la especifidad de la mirada femenina desde las cuestiones de la apariencia, mediante un recorrido por los diferentes estratos de lo real, sus piezas evocan la fragilidad de la imagen como conciencia única por medio de la yuxtaposición de materiales diversos, fotocopias, spray, aironfix, plástico, madera, acetato, politileno, recreando un mundo personal donde aparece la representación fragmentaria de la condición humana en expresiones convencionales (risa, llanto) como algo manipulable desde la perspectiva de la plasticidad y la tridimensionalidad. De lo accesorio a lo sustancial, de lo epidérmico a lo esencial, su trabajo es una excavación que penetra en el porqué del simulacro, conduciéndonos por los diferentes estratos del equívoco, a través del recurso del maquillaje como única referencia y metáfora del encubrimiento, denunciando así la irracionalidad de una clasificación cualitativa de los individuos. Partiendo de la idea del juego como confrontación, plantea las evidencias del equívoco: las razas son el equivalente al maquillaje, el juego es la cultura de la competitividad y, su estrategia, el espacio interesado donde se definen ganadores y perdedores. Destacan sus exposiciones individuales en la Galería Windsor- Kulturgintza, Bilbao (1988), Galería Arte Nativa, Bilbao (1989), y Aula de Cultura de La BBK, Bilbao (1992).