Sus comienzos quedan ligados a la fotografía, siendo a raíz de un reportaje sobre la Libre Figuración, cuando comience a combinar una parte de pintura con la memoria fotográfica. En un principio fotografía espacios destinados a la demolición, en los que con anterioridad ha pintado grandes personajes. Hacia 1983 cobra interés en su obra tanto la articulación de los planos como el espacio: se sirve de ello para fragmentar figuras que tan solo cobran unidad a partir del punto de vista adoptado por el artista cuando va a fotografiarlo. Su obra evoluciona hacia la abstracción, a partir de la cual produce una ilusión de volumen a pesar de haber anulado la perspectiva espacial, fijando así una forma que tan solo existe en la fotografía tomada.
Su primera individual tiene lugar en 1982 en el Departamento de Estampas de la Biblioteca Nacional de París. En 2000 el CGAC de Santiago de Compostela le dedica una retrospectiva.