En 1987 finaliza sus estudios de Bellas Artes en la Universidad del País Vasco, realiza el doctorado en la Universidad de Vigo, y se hace profesor de la Facultad de Bellas Artes de Pontevedra. Su obra parte de las continuas referencias a la vanguardia -Duchamp, Jasper Johns, Dan Flavin, Bruce Nauman, Jeff Koons- como si tratase de reproducir la historia a base de una arqueología invertida donde las cosas no van acumulándose con el paso de los años, sino que son depositadas como parte de un plan. Conceptualmente próximo a la de Juan Luis Moraza, describe que la desmaterialización del arte como objeto es directamente proporcional al aumento de sus referencias al mundo del arte, determinando éste como un cosmos cerrado de significados al que sólo se accede mediante el descubrimiento de sus claves. Restringiendo su producción al perímetro del arte, Juan Carlos Román, activa un universo fecundo de alegorías donde las formas biológicas de sus piezas, su ambivalencia, y las citas provocativas a
Manzoni o
Broodthaers
, conforman un sutil tejido irónico donde nada tiene la dimensión de lo que parece, excepto desde la perspectiva del espectador, que está obligado, desde el conocimiento, a germinar la obra. Destacan sus exposiciones individuales en el Museo de San Telmo, San Sebastián (1994), Galería Trayecto, Vitoria (1995), y la Sala Carlos III de la Universidad Pública de Navarra, Pamplona (1996). Su obra se encuentra entre otros, en el Museo de Arte Contemporáneo de Álava, Museo de Navarra, Junta de Extremadura, Diputación Regional de Cantabria, y la Colección Banco Central Hispano.