Es diplomada por la Nottingham Trent University (1989) y una apasionada de las nuevas tecnologías, innovaciones y tendencias ligadas al textil. Se une a la Maison de la Mode en París, donde diseñadores y artistas trabajan conjuntamente sobre los vínculos que unen el textil al diseño experimental. Las prendas que idea y realiza traducen sus preocupaciones frente a la realidad económica, política y social.
Junto a su marido, Jorge Orta, funda el Studio Orta en 1992, donde nacen sus prototipos. En 1992, sus investigaciones plásticas le conducen a crear su ropa-refugio, la expresión de una arquitectura corporal destinada a responder a la angustia humana confrontada a un entorno hostil. En 2003, se le dedica una exposición itinerante monográfica, Connector Mobile Village, organizada por la University of South Florida Contemporary Art Museum (2003). Participa en la Bienal de Valencia de 2003.