Se forma en la Escuela Nacional de Artes Plásticas de La Habana (1984-90). Es conocido por sus esculturas y sus ensamblajes creados a partir de restos los que evoca el aislamiento político y geográfico de su tierra de origen. En sus piezas también se trasluce un sentimiento de inestabilidad y zozobra que viene dado por el uso de un imaginario muy concreto: barcos, remos y embarcaderos abandonados que nos remiten al trágico destino de los balseros cubanos. No obstante, su obra se sitúa más allá de los comentarios políticos. Entre sus símbolos preferidos se encuentra el de la columna, materializado en obras como La columna infinita. El origen de este elemento se halla en una serie de dibujos de enormes proporciones que el artista superpone para lograr una sensación volumétrica. También late en estas figuras el recuerdo de las visiones utópicas del Monumento a la Tercera Internacional de Tatlin o la verticalidad de la Endless Column de Brancusi. El dibujo ocupa un lugar privilegiado en su proceso creador y cognitivo, configurándose como el recipiente poético en el que sus ideas cobran forma física. Dentro de sus exposiciones individuales puede mencionarse la del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid, (2000), la de la Galería Nacional del Jeu de Paume de París (1998) o la celebrada en el MOCA de Los Ángeles (1997). En el año 2001 su obra se encuentra representada por la galería Barbara Gladstone.