Holler, Carsten

Bruselas, 1961 Residente en Estocolmo, sus obras destacan por implicar la participación del espectador a través de experiencias desorientativas o sorpresas repetitivas valiéndose de todo tipo de técnicas y formatos y de artefactos como rampas espirales, hongos alucinógenos o máquinas voladoras que le sirven para investigar en torno a la duda, el desasosiego, el amor o la infancia.


Abundan los trabajos que hacen referencia a su rechazo a la explotación de los niños o a las dificultades de su educación en una sociedad violenta, como Kinder 220 V, 1992 o Hard, Hard to be a baby, 1992. En 2006 participó en el programa The Univeler Series, organizado por la Tate Modern, donde instaló sus conocidos toboganes de despedida. Representó así mismo a Suecia en la 51º edición de la Bienal de Venecia y ha protagonizado numerosas exposiciones a nivel internacional, especialmente en Inglaterra y EE.UU.

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