De formación principalmente autodidacta. Su padre, el dibujante Juan Grau Miró, será su primer maestro, continuando más tarde su formación en la Escuela de Bellas Artes de Barcelona. La prematura muerte de su progenitor en 1918 le obliga a abandonar el colegio y a comenzar a trabajar en el taller de un litógrafo, asistiendo más tarde a clases en la Llotja, donde coincide con el gran pintor y grabador Antoni Clavé. En 1930 celebra su primera exposición individual en la sala Badrinas de Barcelona, realizando dos años más tarde su primera visita a París. En 1936 contrae matrimonio con la pintora Ángeles Santos y celebra una importante muestra en el Museo de Arte Moderno de Madrid. Debido al estallido de la Guerra Civil decide trasladarse a vivir a París. Allí conoce a un nutrido número de artistas españoles que allí desarrollaban su actividad y entra en contacto directo con la obra de Bonnard y Dufy, las cuales dejan una profunda huella en su obra. Complementariamente a su labor como pintor realiza numerosos decorados teatrales e ilustra obras bibliográficas de importantes autores franceses: Paul Verlaine, Baudelaire, G. Flaubert, Guy de Maupassant, F. Sagan; también de autores españoles: Eugenio D´Ors y Federico García Lorca, entre otros. Regresa a Barcelona en 1963 con un amplio reconocimiento por parte del público y la crítica. Su obra se inscribe siempre dentro de la figuración y en ella podemos observar la influencia del postimpresionismo. Su producción pictórica se caracteriza por las escenas de interior y las alegres visiones callejeras que siempre aparecen pobladas por personajes retratados de forma amable, los cuales se encuentran perfilados por un grafismo de gran libertad y en los que destaca la figura femenina. Sobre sus lienzos se despliega un alegre y acertado uso de color que potencia los juegos lumínicos que hacen vibrar nuestra retina. Realiza su última exposición en vida en 1973 en la barcelonesa sala Parés. A consecuencia de una grave enfermedad muere en 1975, siendo enterrado en Sitges.