Desconocemos ejemplos de su obra temprana, siendo su primera obra documentada una Cantoría (1431 – 1438) para la Catedral de Florencia. En ella recurre a los modelos clásicos pero concebidos con mayor ligereza y menos espíritu heroico. Una de sus grandes aportaciones es el desarrollo de la terracota vidriada y policromada como material escultórico, creando el tipo de Madonna con Niño de medio cuerpo en blanco sobre fondo azul. La fórmula técnica de este procedimiento se mantiene en secreto lo que le permite desarrollar un negocio floreciente continuado por su sobrino Andrea y por el hijo de éste, Giovanni, que tienden a sentimentalizar la cálida humanidad de Luca.