Su obra es heredera de la tradición artística brasileña de los años sesenta, de Sergio Camargo o el neoconcretismo de Oiticica. A Damasceno le gusta implicar al espectador en su universo personal con frecuentes guiños al surrealismo y a la ironía, modificando el espacio expositivo en el que se muestran sus proyectos, alterando nuestra percepción de éstos. A partir de materiales que extrae de la vida cotidiana, crea poéticas formaciones repetitivas. El MNCARS de Madrid acoge en 2008, su primera exposición individual en España, Coordenadas y apariciones, en la que las obras de arte salen de la sala de exposiciones para tomar las escaleras, los pasillos, el jardín proponiendo un nuevo diálogo entre la obra y el espectador y cuestionando la posición del museo en el arte actual. Su obra está expuesta en museos como el Museum of Contemporary Art de Chicago o el MAM de Río de Janeiro y ha participado en Bienales como la de Venecia o São Paulo. En la actualidad, vive y trabaja en Río de Janeiro.