Tras el conflicto, ingresó en el taller del pintor academicista León Bonnat, quien le enseñó los principios de la pintura. Recibió de sus padres herencia suficiente para poder dedicarse el resto de su vida a consolidar su carrera como artista y en 1874 entabló amistad con Degas y Giuseppe de Nittis, participando en 1876 en la segunda exposición impresionista con ocho pinturas, una de ellas la conocida Los acuchilladores de parqué, rechazada en el Salón del año interior. Su estilo pictórico se asocia al de la escuela realista, siendo decisiva en su obra igualmente la influencia impresionista y la de Millet y Courbet. El uso de colores pastel y sus pinceladas sueltas asemejan su producción a ciertas obras de Renoir y Pissarro. Entre sus trabajos figuran numerosas escenas domésticas y familiares, retratos e interiores y vistas de la ciudad de París y de la vida cotidiana de sus gentes.