Su obra se caracteriza por relacionar arte y moda, como ya hicieron Issey Miyake y Yasumasa Morimura entre otros. Maestro en la incorporación de imágenes publicitarias o propias de revistas de moda, interviene en ellas tachándolas, llenándolas de agujeros, etc., cuestionando con ello el culto a la imagen: se trata de corregir y rectificar, desvirtuando su primer significado para lograr otro muy distinto al presentarnos un mundo mucho más creíble. Modificaciones con las que desmantela el culto a la belleza, llegando a mostrar cierta sensación de crueldad. Maestro en la ampliación del collage hasta territorios instalativos, su procedimiento de reciclaje, mantiene siempre un tono sarcástico, muy propio de su obra. Su serie Good Fellows (1997 1998), es ejemplo claro de su quehacer.