Técnica pictórica que consiste en el empleo de pequeños toques regulares de color puro, yuxtapuestas o entremezcladas de tal manera que al ser vistos desde una distancia adecuada parecen reaccionar juntos ópticamente en el ojo del espectador, creando efectos de colores brillantes.

El introductor de esta técnica fue Seurat, quien aprovechando los descubrimientos de Chevreul, reduce su paleta para asegurarse los beneficios de la luminosidad sin llegar a mezclar tinturas entre sí. Signac también fue una  figura importante dentro de este movimiento, adscrito habitualmente al arte postimpresionista.