Término que alude a la supresión del control racional en la composición de la obra de arte, lo que posibilita la plena libertad en las asociación de imágenes y colores que proceden directamente del subconsciente.

Esta forma de creación es un principio básico del surrealismo. El aspecto gráfico o gestual del automatismo aparece en las obras de artistas como Tanguy, Palhen o en los dibujos de Matta, trabajos todos reconocidos en 1939 por Breton por su automatismo absoluto. Los surrealistas de Nueva York, a comienzos de los cuarenta, hicieron del automatismo uno de sus principios básicos; es además uno de los rasgos del surrealismo que mejor se adapta tanto al informalismo como al action painting. Para los autores de la pintura de acción así como para la mayoría de los tachistas o pintores gestuales, este método revelaba los estados de ánimo inconscientes del artista; para los surrealistas, sin embargo, una vez que hallan mediante el método automático una imagen, suelen explotarla de forma deliberada. Algunos de estos efectos tendrán repercusiones en el dripping de Pollock.