Eugenio Ampudia, una corriente de aire

El MAC de La Coruña muestra una selección de sus trabajos desde 2008

Eugenio Ampudia. Una corriente de aire

MUSEO DE ARTE CONTEMPORÁNEO GAS NATURAL FENOSA. MAC

Av. Arteixo, 171. Pol. Industrial Lagrela-Bens

La Coruña

Del 15 de marzo al 21 de junio de 2015

La Coruña,

En el espacio Abierto x Obras de Matadero Madrid podemos disfrutar de su intervención titulada Cada palabra es como una innecesaria mancha en el silencio y en la nada y, desde el día 15 en el Museo de Arte Contemporáneo Gas Natural Fenosa de La Coruña, de una selección de vídeos e instalaciones de Eugenio Ampudia escogidos por su valor representativo de su producción de los últimos seis años bajo el título “Una corriente de aire”.

Este artista vallisoletano aborda desde un punto de vista crítico los procesos artísticos, la labor del creador como gestor, su papel político, las estrategias que dan sentido a una obra de arte y su significado; sus mecanismos de producción, promoción y consumo, la experiencia del espectador y la eficacia, en relación a ella, de los espacios expositivos. Las palabras juegan un papel importante en su producción: se transforman y devienen en materia, dando lugar a múltiples reflexiones.

Esta muestra, que Ampudia inaugurará el 15 de marzo con un nuevo episodio de su performance Dónde dormir (por la que pernoctará en el interior del MAC tratando de modificar sus espacios y de invitar al público a sentirse en el museo como en casa), consta de instalaciones realizadas con medios muy diversos que tienen en común su recurso a gestos simbólicos con implicaciones políticas y el humor o la ironía que se hacen notar ya en los propios títulos de las piezas condicionando nuestra visión de las mismas.

“Una corriente de aire” nos permitirá contemplar por primera vez al completo todas las obras que integran Dónde dormir, precisamente la serie más amplia que ha llevado a cabo hasta ahora: desde 2008 ha dormido en el Prado, La Alhambra, ARCO, el Palacio de Ajuda de Lisboa o el Palau de la Música barcelonés, en un gento tan simple como subversivo con el que el artista quiere llamar nuestra atención sobre actitudes y creencias sobre el carácter casi religioso de los museos o espacios expositivos que la esfera artística ha dado por asumidas pero que, como toda convención, podrían ser reformuladas.

Eugenio Ampudia. Museum and Space, 2011
Eugenio Ampudia. Museum and Space, 2011

Ese mismo asunto lo trató Ampudia en Museum and Space, un vídeo breve de 2011 que también podemos ver en La Coruña y que nos habla del llamado efecto Guggenheim en relación con la concepción del museo como franquicia (un tanto desprestigiada ya) y de la banalización de estos espacios como institución que ese tipo de gestión llevaba aparejada.

La obra nos introduce en una típica escena cinematográfica con naves espaciales en la que expertos en aeronáutica pulsan simultáneamente botones y palancas activando decenas de artefactos para proceder a un despegue. Esas imágenes se alternan con las del museo neoyorquino situado en la diseñado por Frank Lloyd Wright, haciendo referencia a que algunas instituciones culturales se han convertido en naves que se elevan y expanden, quizá en el vacío. Museum and Space se acompaña de una escultura del mismo año, Satelite, que parodia la idea del museo como monumento o como industria para el ocio y el entretenimiento en lugar de como “fábrica” de cultura.

Otro de los vídeos más llamativos de la exposición es Prado GP (2008), que alude a la costumbre de parte del público de “consumir” el arte como si fuera comida rápida, sin apenas reflexión previa o posterior. En él, una carrera de motos atraviesa la pinacoteca madrileña del mismo modo en que el público pasa sin detenerse ante obras maestras ni plantearse por qué esas piezas, y no otras, están allí, y si determinadas herramientas están dando lugar a la configuración de un “gusto oficial” que inconscientemente asumimos.

Eugenio Ampudia. Prado GP, 2008
Eugenio Ampudia. Prado GP, 2008

Un ejemplo de la utilización habitual de Ampudia de los fenómenos atmosféricos como símbolo de costumbres del presente lo encontramos en Huracán (2012), que propone una analogía entre las devastadoras catástrofes naturales y las políticas o usos ciudadanos que tienen un efecto similar en la cultura y el arte; y en esa línea, para la pieza más reciente Una corriente de aire introdujo nubes en movimiento en una sala de la Biblioteca Nacional en referencia al avance cambiante de la vida y de los conocimientos que pueblan un lugar como ese.

También nos habla de libros que se mueven y de otros modos de comunicación tan válidos como las palabras (imagen, sonido, gesto, acción) en Las palabras son demasiado concretas (2013) y del devenir como flujo de constantes transformaciones en Tiempo (2008), una instalación compuesta por piezas ferrosas en movimiento que giran sobre sí mismas hasta componer cada par de minutos la palabra que da título a la pieza.

Blanca de la Torre, comisaria de esta exposición, subraya que “Una corriente de aire” recoge las principales problemáticas que Ampudia ha tratado a lo largo de su carrera con el fin de apelarnos a todos, de cuestionar ideas que parecen inamovibles, de introducirnos en arenas movedizas.

Comentarios