En el camino de Dennis Hopper

Dennis Hopper. Paul Newman, 1964. © The Dennis Hopper Art Trust

Una completa selección de fotografías del actor se muestran hasta septiembre en el Museo Picasso de Málaga

 

Siempre se consideró “un chico granjero de clase media”, eso sí, con cierta vocación de hombre renacentista que pensaba que la pintura, la interpretación, la escritura y la música eran elementos inseparables de la formación de un artista. En su caso lo fueron: Dennis Hopper llegó a trabajar como actor, director, artista, fotógrafo y coleccionista y en todas sus facetas logró hacerse un hueco destacado desde esas íntimas convicciones que rechazaban los límites.

Su amor por el arte nació en la infancia: Hopper recibió desde los nueve años clases de arte e interpretación en la Nelson Art Gallery de Kansas City y antes de cumplir los veinte años, a mediados de los cincuenta, ya había participado en el rodaje de películas tan memorables como Al este del edén o Gigante compartiendo cámara con James Dean, uno de los artífices de su éxito como artista, pues solía recomendarle emplear la fotografía como paso previo a la elaboración de encuadres en cine, porque seguramente algún día querrás dirigir películas y no puedes recortar una película.

Dennis Hopper. Autorretrato, Los Angeles, 1963. © The Dennis Hopper Art Trust

Hopper siguió a pies juntillas el sensato consejo de Dean, y llevó siempre consigo su cámara, a fiestas y rodajes en Hollywood, a sus viajes por carretera, a manifestaciones contra la segregación racial. Entre sus fotografiados, además de ciudadanos anónimos protagonistas del cambio social norteamericano en los sesenta, encontramos a estrellas como Jane Fonda o Paul Newman, Dean Martin y John Wayne, a Duchamp y Hockney, a Tina Turner y su entonces pareja Ike, a Andy Warhol o a Martin Luther King. La efervescente vida cultural de Londres, Nueva York y Los Ángeles en aquel periodo pasó delante de su objetivo.

141 de aquellas imágenes en blanco y negro se muestran ahora en el Museo Picasso de Málaga bajo el comisariado de José Lebrero. La mayoría se fechan entre 1961 y 1967, algunas son inéditas y se estructuran en la exposición temáticamente, en torno a ejes como la carretera, las superficies abstractas, las celebridades, la moda, los rodajes o la publicidad callejera.

        

Dennis Hopper. Andy Warhol (con flor), Los Angeles, 1963. © The Dennis Hopper Art Trust

Andy Warhol. Dennis Hopper, 1971. Colección Mugrabi © The Andy Warhol Foundation of the Visual Arts, Inc./VEGAP, Málaga, 2013.

Las fotografías se acompañan en el Picasso de trabajos artísticos de Robert Rauschenberg, Ed Ruscha, Roy Lichtenstein, Claes Oldenburg, Andy Warhol y Tom Wesselmann, amigos de Hopper. Sus obras, además de ayudarnos a contextualizar las del fotógrafo, nos hablarán del retorno a la vida diaria y la introducción de lo cotidiano en el arte de aquel tiempo, al que Hopper no pudo sustraerse.

No faltarán tampoco una selección de extractos de películas en las que participó, tres pruebas cinematográficas que Warhol le hizo en 1964, diverso material documental (merece la pena acercarse a los guiones originales de Easy Rider o The Last Movie), y como original novedad que a muchos nos gustaría que pudiera repetirse en futuras exposiciones que lo permitan, una banda sonora de la muestra que puede escucharse tanto en el propio Museo Picasso como a través de Spotify.