Hace unos meses fichábamos, con mucho placer para deciros la verdad, a David Magán, un artista madrileño que trabaja con vidrio, colores y espacios explorando las posibilidades estéticas que ese material nos ofrece en su interacción con la luz, y estudiando también al máximo cómo estas piezas pueden transformar escenarios y dejarse transformar por ellos con resultados completamente distintos a los de los materiales opacos.
Y pese a que el vidrio es su material de referencia, consigue Magán esquivar la repetición al servirse de una gama de tonalidades amplía y presentar sus trabajos a veces desde el estatismo y otras desde el dinamismo, empleando composiciones abiertas o cerradas y generando distintas opciones de interacción con el espectador, que encuentra sus obras sobre la cabeza, a sus pies o a la altura de sus ojos.
Le interesan las fusiones de color a través de la luz y en espacios interiores y exteriores (ha desarrollado algunos proyectos al aire libre), y también cómo cambia la percepción del público de estas piezas a medida que las rodea o se desplaza junto a ellas; nos encontramos ante esculturas que rompen con la tradicional concepción de los objetos resistentes y cerrados en sí mismos. A Magán le gusta subrayar las propiedades ligeras del material, casi evanescente cuando se expone suspendido del techo y la luz fluye a través de él. En sus palabras, quiere atrapar el color en el aire.
Sus hallazgos con el vidrio le han conducido progresivamente a utilizar otros elementos con los que lograr efectos similares con mayor agudeza, como el metacrilato. Con uno y otro, eso sí, conjuga siempre el lenguaje de la geometría, usa con valentía el color y trata de buscar el mayor diálogo posible entre pintura y escultura, en cada pieza en sí al unir bidimensionalidad y trabajo cromático y lumínico, y el diálogo de esta con la arquitectura circundante.
Hace unos meses ya nos adelantaba David que preparaba muestras en Madrid y Miami, y de la primera podemos hablaros hoy: el 25 de noviembre, la Galería Cayón presentará en sus dos espacios de la calle Blanca de Navarra la tercera muestra individual del artista en sus salas: nuevos módulos geométricos que se transforman en función de la iluminación circundante y que no son los mismos cuando cambiamos el punto de vista desde el que observamos.
En estas piezas recientes, Magán continúa mostrando su voluntad de indagar en los usos contemporáneos de un material milenario mediante el recurso, sencillo pero poderoso, de aprovechar a fondo sus cualidades físicas.
En paralelo a esta exhibición, que lleva por título “El peso del color” y puede verse hasta enero, se ha editado un completo catálogo en el que destaca la aportación de Lisa Le Feuvre, Jefe de Estudios de Escultura en el Instituto Henry Moore de Leeds desde 2010 hasta este año.
David Magán. “El peso del color”
c/ Blanca de Navarra, 7 y 9
Madrid
Del 25 de noviembre de 2017 al 13 de enero de 2018
