Su formación humanística comienza en Arezzo de la mano del esmaltador Guillaume de Marcillat, iniciándose como pintor en 1524 con Andrea del Sarto y Baccio Bandelli, en Florencia. Su actividad como pintor ha quedado eclipsada por su papel como tratadista del arte italiano, ya que su obra Vite de´più eccellenti architetti, pittori, et scultori italiani (1550), es considerada como el mejor testimonio escrito de la historia del arte. Como pintor destaca por su prolífica labor de decorador caracterizada por quedar íntimamente ligada al manierismo más académico. Probablemente sus pinturas más conocidas son los frescos del gran salón del Palazzo della Cancelleria en Roma, donde queda plasmada la vida del papa Pablo III. Vasari es considerado como el primer coleccionista importante de dibujos; dibujos que utiliza como documentos a la hora de escribir sus biografías debido a los datos que éstos ofrecían. Bodas de Esther y Asuero (Museo Estatal de Arte Medieval y Moderno, Arezzo, 1548) y La incredulidad de Santo Tomás (Santa Croce, Florencia, 1570), son ejemplos claros de su obra.